Catorce ovejas muertas de la raza Assaf es el balance del último ataque de lobos que sufría la cabaña ganadera de Pedro Jambrina, en la localidad de Gema del Vino.
Técnicos forestales de Medio Ambiente confirmaban ayer que las dentelladas que se apreciaban en los cadáveres correspondían a los lobos, mientras inspeccionaban los alrededores de la finca buscando huellas que delataran la presencia del gran depredador.
Pasaban las 6.30 horas de la mañana cuando el ganadero acudió a la finca, situada cerca del pago conocido como Bodonal, donde se encontraban parte de las 500 ovejas que conforman la cabaña, y se dio cuenta de que algunas reses estaban muertas. "Tan solo hay dos animales más o menos juntos, las otras ovejas las encontré bien separadas y diseminadas por las pradera" expresa . De las catorce ovejas muertas, todas preñadas, los lobos tan solo se comieron una, "lo que me hace pensar que hambre no tenían pero han jugado con ellas y las han movido como han querido. De hecho yo creo que las ovejas han intentado salir " explica Pedro Jambrina.
La parcela, con una superficie de 13 hectáreas, está complemente vallada y a primera vista no se encontraba el lugar por donde podía haber accedido el lobo. Por el momento el ganadero ya ha puesto en conocimiento de los servicios de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León el ataque sufrido, al igual que ha dado parte a la entidad bancaria con quien tenía contratado el seguro de los animales.
El temor sin embargo continua, pues Jambrina está convencido que los lobos volverán atacar. " Esta noche tendré que dormir aquí, y la siguiente y la siguiente. Ya lo hacía el verano pasado porque un día de madrugada sorprendí a una manada cerca y a los pocos días entraron en dos ganadería de Moraleja del Vino, cercanas al casco urbano" manifiesta.
La presencia del lobo en la comarca del Vino parece que no es tan habitual como en términos de monte pero son precisamente los propios ganaderos quienes están convencidos que los lobos merodean a sus anchas desde hace tiempo por la zona y se refugian en dehesas cercanas.
