"La supervivencia del folclore tradicional alistano y trasmontano pasa porque las nuevas generaciones vivamos y respetemos los valores sociales, culturales, humanos y etnográficos de nuestros padres y abuelos y los transmitamos a los niños y jóvenes". Esta fue la sentencia de Andrés Castaño Fernández y Ludy Domínguez Méndez, máximos responsables de la Escuela Alistana de Folclore en el festival celebrado en la tarde y noche del sábado en la villa de Alcañices, donde cientos de niños, jóvenes y mayores disfrutaron de los 28 temas ofrecidos en una tarde muy calurosa en la plaza de Ferreras. El recambio generacional está asegurado.

La recuperación y fomento del folclore goza de muy buena salud y allí se dieron cita 149 folcloristas de cerca de 33 pueblos de España y Portugal, con la particularidad de que de ellos 40 eran niños y niñas de 4 a 10 años de edad, todo un ejemplo y garantía para perpetuar la tradición.

El folclore popular alistano y trasmontano ha arraigado muy fuerte en lugares como la villa de Alcañices, sede de la Escuela Alistana de Folclore "Manteos y Monteras", con 58 alumnos. Le sigue en importancia la localidad de Tola con 11, San Vitero con 8, Matellanes y Gallegos del Campo con 6, San Juan del Rebollar y Ceadea con 5 y Brandilanes y Bercianos, Figueruela de Arriba y Sarracín con 4. El resto proceden de Cabañas y Lober con 3, El Poyo, Nuez, Moveros, Grisuela y Palazuelo de las Cuevas con 2, y Samir de los Caños, Pino del Oro. Rabanales, Gallegos del Río, Trabazos, Ribas, Valer, Arcillera, Castro de Alcañices y Las Torres con 1. El resto proceden de Villadepera (Sayago), Especiosa, Ciçouro y Sao Martinho de Angueira (Portugal) y de Zamora capital.

Muchos de ellos participan en más de una clase, con lo cual se alcanzaron las 263 matrículas. La danza popular es la preferida por 86 alumnos, de ellos 36 niños y niñas. En percusión han participado 70, 23 en dulzaina y 27 en gaita de fole, más 32 en pandereta, 15 en flauta pastoril, 7 en banda y 3 en batería.