Cantidad y calidad conforman la presentación de los ajos en esta campaña en la que los ajeros de Tierra del Vino ya han comenzado a extraer la planta. "La cosecha de ajo es buena. Hemos empezado a sacarlos de la tierra y ahora los ponemos al sol en montones para que acaben de orear y antes de hacer las ristras diez o quince días antes de acudir a la Feria de San Pedro", explica José Bartolomé, uno de los ajeros de Cuelgamures que toda la vida ha estado cultivando esta planta "son labores que se heredan y se aprenden como lo hacía mi padre".

En paralelo a preparar las ristras para acudir a la Feria de San Pedro los días 29 y 30 de junio la mayoría de los ajeros tienen vendida la producción que amontonan en cajones y venden por kilos, la mayoría de ellos a Galicia.

El ajo es un cultivo al que se dedica buena superficie de terreno, con parcelas que oscilan entre ocho y diez hectáreas, pero también más pequeñas. Y haciendo una estimación aproximada los agricultores aseguran que la producción puede llegar a los 14.000 kilos por hectárea.

La cita de Zamora, con la Feria del Ajo, es obligada y aseguran que les gusta precisamente porque prácticamente se ha mantenido igual a lo largo de los años. "Aquí en Cuelgamures somos cerca de una docena de agricultores que nos dedicamos a esto. Y si bien yo soy uno de los que menos producción tiene ahora, seguimos acudiendo a la feria de la capital".