"La sequía, y en menor medida las heladas, provocan ya unas pérdidas acumuladas de ingresos en el sector agrario provincial de 80 millones de euros en el mes de mayo, cifra que verá incrementarse por el encarecimiento en los costes de alimentación del ganado ante la falta de pastos. Solo en los cultivos de cereales de invierno las pérdidas alcanzarían los 50 millones de euros, ya que de las 140.000 hectáreas de secano declaradas, en 65.000 hectáreas, al menos el 46%, se ha malogrado el cultivo, alcanzando así una producción media estimada de tan solo 728 kilos por hectárea declarada". Son las cifras manejadas por la Alianza UPA-COAG y puestas de manifiesto ayer durante la reunión del Consejo Agrario Provincial, reunido para analizar el problema de la sequía y sus consecuencias en el sector agrario.

El mayor coste estimado en la alimentación del ganado ovino-caprino y bovino en la provincia hasta finales del mes de abril estaría en torno a los 7,3 millones de euros debido a la falta de pasto por los efectos de la sequía.

El delegado Territorial, Alberto Castro, señaló que la producción cerealística de esta campaña tendrá una disminución de un 70% respecto a un año normal y se estima que se cosecharán unas 182.00 toneladas según las estimaciones ofrecidas ayer por el delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, en Zamora, Alberto Castro. La zona más afectada es el Bajo Duero, donde un 70% de la superficie ni siquiera se cosechará, así como un 30% en la zona de Benavante-Los Valles. La estimación es que casi la mitad de la superficie de la provincia estará este año libre de cosechadoras. En otros frutos, el descenso del rendimiento de la colza es del 67%, los guisantes secos han pasado 2.000 kilos a 600 kilos, y en cuento beza y los yerros se consechará un 10% menos de un año normal.

La Organización pedirá que la batería de medidas anunciadas anteayer por el Presidente de la Junta y la Consejera de Agricultura se complementen con ayudas directas, dirigidas exclusivamente a los ATPs, y que podrían instrumentalizarse mediante la subvención de un % en la amortización de las anualidades de capital de los préstamos a los que el sector podrá acceder. De otra forma, con ayudas las anunciadas y que se extienden de forma exclusiva a los costes financieros, dado los bajos tipos de interés actuales, las ayudas compensarían mínimamente las pérdidas soportadas por el sector. Así mismo debe tenerse en cuenta que estas ayudas se abonarían por parte de la Administración en varias campañas, nunca antes del 2019, ya que los préstamos en principio tendrán una duración mínima de 5 años, con uno de carencia, con lo que la dotación presupuestaria se peiodificará en varias campañas.

Por otra parte, si bien se valora como positiva la posibilidad de anticipo de las ayudas directas de la PAC-2017 al mes de agosto, dicho anticipo debe realizarlo directamente la Administración, y no derivar a los agricultores a formalizar dicho anticipo través las Entidades Financieras, pues esa posibilidad ya está establecida en muchos casos en cada campaña.

UPA-COAG considera que la producción con rendimientos de una campaña normal alcanzaría las 490.000 toneladas, y sin embargo esta campaña se estima una producción de cereales de invierno de tan solo 170.000 toneladas, lo que equivale a una producción media de 728 kilos por hectárea de secano y de 3.975 kilos por hectárea en regadío. En esta campaña se han declarado 160.831 hectáreas de cultivos de cereal de invierno, de las que 140.322 corresponden a secano y 20.509 a regadío, y en las que al menos el 46% del secano, es decir 65.212 se ha malogrado el cultivo.

No menos importantes son las pérdidas estimadas en cultivos destinados a forrajes (alfalfa, vezas, avenas, .......), pues en las 45.148 hectáreas declaradas en esta campaña se soportarán unas pérdidas aproximadas de 15 millones de euros, con una reducción en producción prevista en secano de al menos el 64%. Frente a una producción normal de 323.789 toneladas, esta campaña se verá reducida hasta situarse en las 170.514 toneladas.

Especial interés en los incrementos de costes en la alimentación del ganado ovino-caprino y bovino ante la drástica disminución de la producción de las 310.396 hectáreas de pastos permanentes en la provincia. Las aproximadamente 750.000 cabezas de ganado ovino y las 40.000 cabezas de ganado vacuno a finales del mes de abril ya han soportado unos sobrecostes por alimentación de aproximadamente 7,3 millones de euros.

Castro también informó que las solicitudes de la PAC han disminuido en un 5,5%, se han presentado 10.692 solicitudes, 625 menos que en el ejercicio anterior. Justificó la disminución en que no han solicitado los pequeños agricultores que han cobraban cantidades inferiores a 300 euros.