La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha dado luz verde Plan de Acción para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural en Castilla y León, que entrará en vigor en quince días.

Para el organismo que preside Juan Carlos Suárez-Quiñones el uso de estos cebos «constituye una de las prácticas más lesivas para la conservación y supervivencia de numerosas especies de fauna silvestre, muchas de ellas amenazadas y algunas incluso en peligro de extinción» y, además, reconoce que «está muy extendido en el territorio de Castilla y León».

En la justificación de la orden se indica que «las prácticas de detección de casos de envenenamiento están bastante desarrolladas en la comunidad, utilizándose los mapas de riesgo desde hace años, y efectuándose diversas actuaciones para prevenir o penalizar el empleo de cebos envenenados». Sin embargo, subraya que «la complejidad de la cuestión, los múltiples actores y la necesidad de coordinación entre diferentes Administraciones e instituciones hace difícil atajar eficientemente el problema».

Pone de manifiesto en la orden, publicada ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León, que «la lucha contra el uso ilegal del veneno en Castilla y León, debe abordarse de una manera integrada, con técnicas y procedimientos especializados y adaptados, marcando una serie de objetivos concretos, llevando a cabo acciones eficaces y dedicando medios humanos y materiales específicos y suficientes para intentar atajar el problema, que requiere de la implicación y la coordinación de los distintos agentes y Administraciones con competencias en la materia».

El Plan de Acción aprobado se enmarca dentro de la Estrategia Regional de Castilla y León para la lucha integrada contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural, aprobada en julio de 2011 por la Junta de Castilla y León y de la Estrategia Nacional contra el uso ilegal de cebos envenenados en el Medio Natural, aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza en Madrid el 23 de septiembre de 2004. (Ministerio de Medio Ambiente, 2005). Asímismo los Planes de Recuperación del águila imperial Ibérica, del oso pardo cantábrico y el Plan de Conservación del águila perdicera, incluyen entre sus objetivos prioritarios la eliminación de la amenaza que supone la utilización ilegal de venenos.

También se hace referencia a la Ley Patrimonio Natural de Castilla y León, que articula que la Consejería, competente en materia de conservación del patrimonio natural, podrá elaborar planes o estrategias horizontales dirigidos a problemáticas que afecten a un conjunto de especies de fauna silvestre o a grupos de especies.

Uno de los objetivos es mejorar y ampliar la información disponible sobre el uso ilegal de cebos envenenados y para ello se establecerán «líneas prioritarias de actuación y las acciones encaminadas a la consecución del presente objetivo tratan de recopilar, ampliar y recoger toda la información de los casos de envenenamiento que han tenido lugar en la Comunidad, el intercambio de la información disponible con otras administraciones o entidades implicadas en la lucha contra el uso ilegal del veneno, la mejora en el conocimiento de las causas que motivan el uso ilegal de veneno y sus repercusiones sobre la fauna silvestre».

Base de datos

Se creará «una base de datos y el mapa de riesgos de veneno en la comunidad. Esta base «contendrá información sobre la especie, el lugar del hallazgo, la fecha, las personas y agentes que encuentran el ejemplar y lo entregan al Centro de Recuperación de Animales Silvestres correspondiente, la fecha de ingreso, la causa de ingreso, el estado en el momento del ingreso; el diagnóstico realizado, los resultados de necropsia, y de los análisis toxicológicos en su caso».

La base de datos se completatá con la información «sobre la situación cinegética del terreno (coto privado, reserva regional de caza...), planes técnicos de caza, solicitudes de control de predadores, daños al ganado doméstico por lobo o perros asilvestrados».

La actualización y mejora de dicha base documental servirá para crear mapas de riesgo que se utilizarán «en labores de prevención, vigilancia y seguimiento». El registro se nutre fundamentalmente de los datos de ejemplares en los que se ha determinado como causa de ingreso la intoxicación o muerte por uso ilegal de veneno, tras realizar la correspondiente necropsia y/o analítica toxicológica. Tambien de los datos de los hallazgos aportados fundamentalmente por Agentes Medioambientales y Celadores de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).