La sequía también tiene una repercusión directa en la falta de pastos para el ganado. Asaja alertaba ayer de la difícil situación que atraviesa el vacuno de extensivo, debido a que se ha perdido el aporte natural de los pastos durante la primavera. "Camina hacia el verano con unas perspectivas muy precarias, con la producción de paja, forraje y cereal muy mermadas", explica.

La organización agraria cifra en unas 850.000 cabezas de ganado bovino de extensivo en Castilla y León afectadas, de las que la mitad proceden de Salamanca, seguida por importancia en el censo por Ávila, Burgos, León, Zamora y Segovia, y también con cifras menores pero significativas las provincias de Palencia y Soria, y por último Valladolid.

Si en "años normales" el pasto ofrece alimento a los animales durante 120 días, esta campaña ha sido necesario el aporte de forrajes, con un gasto de unos 1,25 euros por cabeza de ganado y día. Según los cálculos del sindicato, para una explotación media de unos 100 animales, supondría un desembolso de 150 euros a mayores por día, y unos 15.000 euros, durante la primavera.

A esta situación precaria se suma, según Asaja, que muchas explotaciones no han suscrito seguro, por lo que se piden ayudas al vacuno de extensivo para afrontar la sequía.