Manolo Casas Blanco nació en Valer de Aliste el 27 de septiembre de 1980, estudio en "León Felipe" de Tábara (vivió en la Dehesa de Pozos) y en el de Fonfría; desde muy joven emigró a buscarse la vida lejos de Zamora.

-¿Cuéntenos un poco su historia personal y laboral?

-Nací en tierras alistanas, las mejores del mundo para vivir, pero la oferta laboral era muy escasa por lo cual me vi obligado a emigrar como otros muchos jóvenes alistanos a Madrid donde terminé en el mundo de la construcción, en su época dorada. Había mucho trabajo de encofradores y si te gustaba y querías trabajar, la verdad es que se ganaba un buen sueldo.

-¿Cómo surge la idea de cambiar martillo por frutas?

-Llegó la crisis y había que buscarse la vida. Desde niño he vivido de cerca el mundo de las setas silvestres y en un curso de Adata acudí y me interesé por montar una planta, aunque al final, asesorado por el experto Juan Antonio Sánchez, creímos, mi hermano y yo, mejor montar una frutería en Madrid, nos ha ido bien y uno de nuestros objetivos es ofrecer en la capital del España todos los manjares alistanos y zamoranos. Ahora mismo surtimos de guisantes de Aliste y de espárragos de Fuentesauco al restaurante "Diverxo" del chef Dabiz Muñoz. Al restaurante Comarca de Aliste, regentado por alistanos de setas alistanas.

-Aliste es tierra de productos delicatessen ¿O no?

-Claro que sí. La Ternera de Aliste se pide en Madrid como un manjar y la gente los saborea, lo disfruta, lo agradece y reconoce su calidad. Lo mismo que las setas, moras y castañas. Son gloria pura.

-Y ahora los tomates.

-El objetivo es que un ama de casa o un restaurante en Madrid pueda poner sobre la mesa un menú puramente alistano a base de ternera, corderos, boletus edulis o níscalos, moras, castañas, miel, pan y tomates. La experiencia del pasado año nos demuestra que podemos producir unos tomates únicos, con presencia, cautiva a la vista, con terneza, color y sabor que enamoran a los paladares.

-Ademas ello ayudará a crear riqueza en las familias.

-Efectivamente. Nosotros queremos producir y ofrecer calidad y eso va a traer consigo ofrecer unos ingresos a las familias que se encargan de cultivarlos. Se trata de un producto requiere cuidados, pero no mucho trabajo y puede y debe ser rentable para los alistanos.