Técnicos de la Unión Europea celebrarán una serie de reuniones en zonas de Castilla y León donde el conflicto del lobo con el ganado es más evidente para "dar una solución" al problema de coexistencia del depredador con la actividad pecuaria. Así lo confirmaba ayer el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al término de la reunión celebrada en Bruselas con el director general de Medio Ambiente de la Unión Europea, Daniel Calleja, para analizar el Plan de Acción para la naturaleza, las personas y la economía y la gestión del lobo al sur de Duero en Castilla y León.

Suárez-Quiñones confirmó así que la Unión Europea mantendrá encuentros con "todos los sectores interesados, ganaderos y asociaciones conservacionistas, para conocer todos los perfiles del problema". El consejero se congratuló de la postura de los responsables europeos, alejada de las decisiones de despacho. "Hay conciencia por parte de Europa de que hay que estar en el territorio y concretar las medidas".

Hoja de ruta

Hoja de rutaAntes de estas reuniones sobre el terreno, la estrategia acordada ayer con el director general de Medio Ambiente de la UE pasa por mantener, "en dos o tres semanas, una reunión técnica en Bruselas que determinará la hoja de ruta de resto de actividades y reuniones en el territorio". En la mesa se sentarán responsables del Estado, la Junta y Europa.

Y de esos encuentros con los sectores afectados por el problema de la coexistencia del lobo con la ganadería deberán salir "las medidas a adoptar y las soluciones jurídicas para que, sin modificar la Directiva (Directiva Hábitats distingue el nivel de protección dentro de la Península Ibérica en base al río Duero), que no se va a modificar, pueda haber una solución práctica que de lugar a la solución. La Unión Europea en definitiva quiere ser parte de la solución y además en el territorio donde está el problema".

El consejero de Medio Ambiente descartó aventurar medidas que pasen por un mayor control de la especie, como están demandando los ganaderos para las zonas con más incidencia de los ataques del lobo al ganado. "Hay que ser responsables y cautos. No sabemos las conclusiones finales, pero se ha abierto un proceso que se basa en el acercamiento al territorio por parte de la UE y las soluciones son las que tenemos que trabajar".

Suárez-Quiñones apuntó que la Junta mantiene contacto, tanto con los ganaderos como con asociaciones conservacionistas - "aquellas que se quieren sentar a hablar responsablemente y desde el territorio rural"-, pero a la vez ligó el problema del lobo y la ganadería a la despoblación. "Si no lo solucionamos, los ganaderos se van del territorio rural y los pueblos se vienen abajo".