Su oscuro aspecto y sus hábitos nocturnos han granjeado a los murciélagos una mala fama en diferentes culturas a lo largo de la historia. Se les ha asociado con demonios y, sobre todo, con vampiros asesinos a pesar de que solo tres de las más de mil especies de quirópteros que existen en el planeta se alimentan de sangre, e incluso se les ha llegado a acusar injustamente de transmitir enfermedades.

Sin embargo, los mamíferos alados, lejos de ser seres siniestros, cumplen una serie de funciones imprescindibles en el equilibrio de los ecosistemas. Por eso, el especialista en quirópteros Javier Aizcorbe Garay ha desmontado todos los mitos que existen en torno a los murciélagos en unas jornadas celebradas el pasado fin de semana en la Casa del Parque "El Palomar" de las Lagunas de Villafáfila.

El evento fue posible gracias a la colaboración de la Fundación Patrimonio Natural y la Asociación NaturZamora (AZCN). Las jornadas comenzaron con una charla de Aizcorbe en la que trató de desmentir los falsos mitos que circulan sobre los murciélagos, explicando, por ejemplo, que ni en España ni en Europa existen murciélagos que se alimenten de sangre. Nuestros quirópteros solo se alimentan de insectos como moscas, mosquitos, polillas, escarabajos, cucarachas o arañas, entre muchos otros, con el beneficio que esto supone para los seres humanos y para la práctica de la agricultura, ya que se calcula que un solo murciélago común Pipistrellus pipistrellus es capaz de ingerir hasta 3.000 insectos de media en una sola noche.

Otro mito a erradicar es el de que los murciélagos son transmisores de la rabia. Es cierto que algunos individuos infectados pueden contagiar la rabia, pero no en mayor proporción que cualquier otro mamífero y habitualmente las personas más expuestas a las mordeduras de los murciélagos son los propios científicos que se encargan de su estudio. Unos simples guantes de cuero son la mejor defensa contra una mordedura fortuita durante la manipulación de las diferentes especies.

Además, los asistentes adquirieron conocimientos sobre la biología de las diferentes de quirópteros que pueblan la península Ibérica, cuáles son los lugares que utilizan para su reproducción y descanso, qué peligros amenazan hoy en día a los murciélagos en nuestro país, qué beneficios producen o los métodos que se utilizan para su estudio. En España todas las especies de quirópteros están protegidas por la ley y está penada la destrucción de sus refugios.

La jornada se completó con una salida nocturna a la ribera del río Esla para detectar diferentes especies de murciélagos, concretamente en la zona de Puente Quintos, de Granja de Moreruela, los aficionados lograron localizar cinco especies distintas sin mucho esfuerzo, con la ayuda de unos detectores de ultrasonidos llamados heterodinos, que disponen de un selector para variar la frecuencia de sus emisiones de ecolocalización hasta hacerlas audibles para los humanos.

Gracias a estos aparatos se pudieron localizar cuatro especies diferentes: murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus), murciélago de Cabrera (Pipistrellus pigmaeus), murciélago hortelano (Eptesicus serotinus) y murciélago montañero (Hypsugo savii). Además, a simple oído y sin necesidad de detector, se localizaron varios individuos de murciélago rabudo (Tadarida teniotis) que despertaron la curiosidad de todos los participantes, ya que la mayoría, pese a haber oído ese sonido alguna vez, no lo asociaban a un murciélago.