30 personas de toda Castilla y León se han introducido en el mundo de los murciélagos alados de la mano de Javier Aizcorbe en una Jornada sobre Quirópteros celebrada en la Casa del Parque "El Palomar" de las Lagunas de Villafáfila.

La jornada fue posible gracias a la colaboración de la Fundación Patrimonio Natural y la Asociación NatuZamora (AZCN). La primera parte de la charla, Javier la dedicó a tratar de erradicar algunos falsos mitos que circulan alrededor de los murciélagos, como por ejemplo el hecho de que ni en España ni en Europa existen murciélagos que se alimenten de sangre. Nuestros quirópteros solo se alimentan de insectos (moscas, mosquitos, polillas, escarabajos, cucarachas, aran?as, etc), con el beneficio evidente que esto supone para los seres humanos o la agricultura, ya que se calcula que un solo murciélago común Pipistrellus pipistrellus es capaz de comer hasta 3.000 insectos de media, en una sola noche.

Otro mito a erradicar es el de que son trasmisores de la rabia. Es cierto que algunos individuos infectados pueden transmitir la rabia, pero no en mayor proporción que cualquier otro mamífero y habitualmente las personas más expuestas a las mordeduras de los murciélagos son los propios científicos que se encargan de su estudio. Unos simples guantes de cuero son la mejor defensa contra una mordedura fortuita durante la manipulación de las diferentes especies.

Además, los asistentes adquirieron conocimientos sobre la biología de las diferentes especies de la península Ibérica, cuáles son los lugares que utilizan para su reproducción y descanso, qué peligros amenazan hoy en día a los murciélagos en nuestro país, qué beneficios producen o los métodos que se utilizan para su estudio. En España todas las especies de quirópteros están protegidas por la ley y está penada la destrucción de sus refugios.

La jornada se completó con una salida nocturna a la ribera del río Esla, en la localidad de Granja de Moreruela, para detectar diferentes especies de murciélagos. Sin mucho esfuerzo y gracias a la ayuda de detectores de ultrasonidos, los llamados heterodinos, que funcionan con un selector y permiten ir variando el rango de frecuencias para convertir en audibles para el ser humano los ecos emitidos por las diferentes especies de murciélagos. Gracias a estos detectores se pudieron localizar cuatroespecies diferentes: murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus), murciélago de Cabrera (Pipistrellus pigmaeus), murciélago hortelano (Eptesicus serotinus) y murciélago montañero (Hypsugo savii). Además, a simple oído y sin necesidad de detector, se localizaron varios individuos de murciélago rabudo (Tadarida teniotis) que despertaron la curiosidad de todos los participantes, ya que la mayoría pese a haber oído ese sonido alguna vez no lo asociaban a un murciélago.