El ganadero de Tudera de Sayago, José Luis Pascual, ha vuelto a sufrir de nuevo el ataque de los córvidos en la explotación ganadera, sumando una decena de corderos muertos por el ataque de estas aves.

En la mañana de ayer volvió a tropezarse con el triste cuadro de un cordero tendido sobre el suelo y semidevorado. El ave centra su predación sobre crías recién nacidas y que están en situación de indefensión para picotearlas y terminar por comer sus zonas más frágiles, como es el vientre.

El Servicio de Medio Ambiente ha autorizado que se abata al ejemplar acostumbrado a esta forma de alimentarse, pero ni el Ayuntamiento de Fariza ni el propio ganadero consideran que deban correr con la responsabilidad de contratar o solicitar a un cazador que cumpla esta tarea. En su criterio la labor de eliminar al autor de la muerte de corderos corresponde a la guardería medioambiental. El ganadero trató de resolver el problema con la instalación de un cañón de gasógeno, pero la cadencia de muertes continúa.