El robo a un chalé de Ribadelago se quedó, en principio, en un intento que pudo ocurrir entre miércoles y el jueves, ya que hasta la última hora de la tarde del jueves, los vecinos no se percataron de que una de las cerraduras y el marco del portón estaban dañados. Los propietarios del chalé, situado cerca de la carretera, señalaban ayer que no todavía no habían podido revisar el inmueble para ver si se había sustraído algún objeto. Todo parece indicar, tras la presencia de la Guardia Civil en la finca para realizar una inspección, que los ladrones produjeron daños en la puerta de entrada al garaje, que da acceso a un patio, pero no lograron entrar en el interior de la casa.

Los vecinos del barrio dieron la voz de alarma y avisaron a la Guardia Civil y al propietario, tras encontrarse la cerradura y el marco de la puerta pequeña del garaje forzada, visible desde la acera de la calle, con indicios de que intentaron reventarla. Posiblemente se frustrara el intento de robo bien por la presencia de algún vecino o algún vehículo por la calle, que propiciara que el o los ladrones terminaran la fechoría. La Guardia Civil intensificó su presencia en la zona.

La oleada de robos que empezó hace un mes en Calabor tras la irrupción en la iglesia, seguida de los últimos robos en los templos de Donado, Muelas, Justel, Quintanilla y Villalverde tienen en alerta a los residentes de los pueblos.