Nuestra Señora la Virgen de Fátima acogió ayer domingo bajo su manto a cientos de devotos de España y Portugal en una emotiva y multitudinaria romería internacional hispanolusa donde se conmemoró el centenario de la aparición de la madre de Dios a los pastorcillos Francisco, Jacinta y Lucía el día 13 de mayo de 1917 en Cova de Iría.

Alistanos y trasmontanos llegados desde más de cien pueblos y aldeas de uno y otro lado de la Raya reforzaron una devoción a la Virgen de Fátima que durante un siglo ha pasado de padres a hijos, de abuelos a nietos, formando ya parte de su propia historia cuando llega el mes de las flores.

La lluvia dio paso a la calma y a las 12 de la mañana sendas procesiones, una desde la iglesia de Santa María Magdalena de Villarino Manzanas -municipio de Figueruela de Arriba-, a la vera de Peña Mira, y la otra desde Petisqueira -concelho de Braganza- iniciaron su camino, andando paso a paso, sin prisa pero sin pausa, bajo el tronar de los cohetes y su olor a pólvora quemada, los cánticos religiosos en honor a la "Gran Señora" y la música folclórica de gaitas de la agrupación folclórica "Manteos y Monteras" que puso las danzas hispanolusas.

El puente móvil habilitado el viernes, que hoy volverá a ser retirado, acogía el siempre emotivo encuentro religiosos y social, divino y humano, entre la comitiva portuguesa y la española sobre las aguas internacionales del río Manzanas con el saludo de autoridades y de imágenes para continuar luego procesionando, ya juntas, hasta la cercana ermita donde se celebraría la eucaristía.

La romería contó con la presencia del diputado nacional José María Barrios, del senador Javier Faúndez, del diputado provincial José Luis Bermúdez y de numerosos alcaldes y alistanos, entre ellos el coordinador de la romería Carlos Pérez Domínguez, del Ayuntamiento de Figueruela de Arriba.

A parte del aspecto religioso, la romería contó en su aspecto ferial con numerosos puestos de venta, situados los lusos a la derecha del manzanas y los españoles a la izquierda. La adecuación de aparcamientos y la magnifica organización permitió a todos los romeros encontrar lugar de estacionamiento sin problemas a pesar de una afluencia de vehículos masiva. La romería fue un éxito total tanto de organización como de participación.