Hoy es San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, aunque en la provincia de Zamora los trabajadores del campo tienen este año muy poco que festejar y mucho que pedir a su santo. Las explotaciones cerealistas viven un año "catastrófico" en el que la sequía y las heladas pueden llegar a estropear hasta el 50% de las cosechas en diferentes zonas de la provincia. La falta de grano puede suponer también un incremento de los costes a la hora de sembrar la próxima campaña.

Por otro lado, los ganaderos también atraviesan tiempos difíciles, con unos precios del cordero que continúan bajos, y la amenaza de las macrogranjas para el sector porcino.

Por estos motivos, la principal petición de la gente del campo a su patrón es más lluvia para lo que queda de campaña. En casi todos los pueblos de Tierra de Campos y Tierra del Pan los agricultores sacarán hoy a San Isidro en procesión con la mirada puesta en el cielo y la esperanza de mitigar sus pérdidas económicas.

A pesar de las dificultades, en muchas de estas localidades la jornada se convertirá, como cada año, en una fiesta para compartir en familia y con los amigos, es el caso de Fresno de la Ribera o Manganeses de la Lampreana, entre otros, pueblos de la estepa cerealista, pero es en Corrales del Vino donde hay una mayor tradición de devoción al santo labrador. En Toro, en La Guareña y en Benavente y Los Valles también se celebra este día.

San Isidro Labrador también es un día en el que los sindicatos agrarios aprovechan para plantear sus demandas, en 2017 claramente marcadas por la sequía. "Hace falta agua para que la cosecha no sea tan mala como se presenta en estos momentos", declara hoy a la agencia Europa Press el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, quien aprovecha para pedir al santo que interceda ante las administraciones central y regional para que adopten medidas como préstamos a interés cero o mejoras para la suscripción de seguros agrarios.