La visita a la Sierra de la Culebra se ha convertido en una "aventura" en el amplio sentido de la palabra para los 24 niños procedentes de Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Málaga y Sevilla, que participan en el programa de CaixaProinfancia de la Obra Social la Caixa, "Aventura de los 5 Grandes". Un viaje para ellos con el que encontrarse con "uno de los grandes" de la fauna, el lobo ibérico, aunque por el camino el grupo de niños, profesores y monitores han encontrado un ecosistema rico en el que cosechar conocimientos.

La sierra se abre a su mirada para encontrar ciervos y jabalíes "comiendo" tranquilamente mientras los niños se turnan en el avistamiento a través de los visores y teleobjetivos. Para muchos es la primera vez que hacen esta actividad, para otros es la primera vez que salen de excursión de sus barrios y de sus ciudades. Ni rastro del lobo.

El guarda de la Reserva, Vicente Matellán, es un gran anfitrión para ubicar el lugar exacto en el que la manada pace. Los niños encantados miran ininterrumpidamente hasta que los animales se guardan.

Otro de los expertos en fototrampeo enseña a los niños las características de estas cámaras que graban vídeo o toman instantáneas de los animales. A los escolares se les alecciona de los lugares donde es mejor instalar los dispositivos, generalmente veredas y caminos que surcan el territorio. Una de las niñas, Marina, pide volver a ver uno de los vídeos del móvil del monitor donde aparecen tres crías de lobo, captadas en otro paraje lejano, tal vez Segovia.

Los pequeños participan en la tarea de aprender a instalar las cámaras en los lugares de paso de la fauna. El lobo, de momento, tampoco se ha dejado retratar.

Entre las grandes lecciones, aprenden pequeñas notas del entorno acaparan la atención de los pequeños como una mantis que participa de las explicaciones o los minerales que el pequeño Enrique recoge del suelo, identificando perfectamente las cuarcitas. A los niños les llamó la atención precisamente a su llegada a Villardeciervos, este viernes, la piedra granito en las casas del pueblo. Otra lección de etnografía.

Los monitores Antonio Herrero y Miguel Ángel Garijo profundizan en la etiología (palabra para nota) del lobo. Pero lo llamativo son las técnicas de rastreo. La Sierra de la Culebra es una gran autopista de fauna que deja sus huellas. El grupo escolar encuentra varias huellas en diferentes emplazamientos, unas de lobos, otras de ciervo y corzo, otras de jabalí. Faltan las del tejón, otro de los habitantes comunes del territorio. De momento los niños han visto las huellas que se "toman" en un molde de escayola. La palabra a aprender es "digitígrados" frente a plantígrados.

Un zorro que anda por uno de los taludes de la carretera pone en pie a todos los niños (y los adultos) que viajan en el autobús. El lobo, de momento, nada.

La representante del proyecto de CaixaProinfancia, Sandra Blanch, subraya la buena acogida de esta actividad "que es fructífera y muy aprovechada y vivida por los niños". Esta buena acogida supone "valorar, coincidiendo con el 10 aniversario" su repetición en próximas ediciones. Los colegios han participado en un concurso con una anfitriona especial llamada Paloma Lobo, que recibió 340 vídeos elaborados por los niños de toda España, de los que se seleccionaron 10 niños por ciudad para participar en las cinco grandes aventuras con el lobo, el oso, el lince, las águilas reales e imperiales y la cigüeña negra.

El lobo, finalmente, les espera en el Centro del Lobo de Robledo. Algunos llevan dos noches de aventura soñando e incluso viendo lobos.