La grata convivencia del ganadero y el lobo parece ser una utopía en los territorios donde los ganados pastan libres, serenos y tranquilos como son las explotaciones de extensivo.

La Asociación Ganadera Bajo Duero (Abaduero) está resuelta a demostrará con vídeos que la ganadería extensiva es incompatible con el lobo. Para probar que esta práctica ganadera, extendida por prácticamente todo el sur del Duero, especialmente Sayago, parte de la Guareña y la zona del noroeste salmantino, no es viable con el predador, han sido convocados los socios de la agrupación a una charla el próximo día 18 en el Centro Cultural de Vitigudino.

La Asociación afirma que "ha decidido tener más presencia en las redes sociales y medios de comunicación, para hacer frente a la presión que ejercen grupos conservacionistas a favor de una expansión descontrolada del lobo".

Pone de manifiesto que "la mayoría de las veces sin tener en cuenta la presencia de una actividad agrícola y ganadera formada, mayoritariamente, por explotaciones familiares que se asientan en pequeños núcleos rurales y que además tanto beneficio aportan a la naturaleza".

La demostración "se desarrollará mediante la difusión de dos vídeos explicativos, además de con palabras con imágenes reales que demostrarán la presión a la que estamos sometidos con la presencia del lobo en nuestras explotaciones".

A lo largo de la jornada está previsto el desarrollo de varias ponencias a cargo de patrocinadores del vídeo y, según expone Abaduero, estará presente un representante de la Consejería de Medio Ambiente para explicar el futuro del lobo con las nuevas directrices marcadas recientemente por Europa.

Los tiros van hacia una flexibilización de la normativa, una norma menos restrictiva con el lobo al Sur del Duero. Es de resaltar que Abaduero saltó a la escena por los daños provocados por el cánido tras adentrarse en el territorio trastocando las prácticas ganaderas. En sus escritos y exposiciones han destacado que "la no adopción de medidas eficaces supondría dañar el tejido económico de estas comarcas deprimidas, que se basa fundamentalmente en la agricultura y ganadería, con la consiguiente despoblación de nuestros pueblos".

Hacía hincapié Abaduero en "los efectos negativos que se producirían en el medio ambiente al no contar con las labores de limpieza que realizan los animales en el campo". También ha apuntado que "cuando la cabaña ganadera se gestiona en extensivo no es posible un equilibrio entre depredadores y ganado extensivo porque este tipo de ganado está totalmente indefenso ante depredadores como lobos". Subrayan que "en la misma indefensión están los ganaderos que son las víctimas de una situación de la que no son responsables".