Rubén de Lis nació en Gondomar en el soñó de una familia católica, iba a misa todos los domingos y a las 9 años ya cantaba en el coro parroquial hasta recibir el Sacramento de la Confirmación. Con apenas 15 años ya ganaba dinero gracias a su talento como guitarrista. Una guitarra que manejaba como los dioses tras recibir clases magistrales de Manolo Sanlúcar. Ya en Madrid estudiaba la fusión flamenca y armonía moderna en la Escuela de Música Creativa alternando clases con gente de renombre como los guitarristas del cantante Manolo García (Eric de Witt) y de Nina Pastori, Alejandro Sanz y Miguel Ríos (Josep Salvador). Con solo 18, cuando los jóvenes van a la Universidad el ya ganaba mucho dinero de fiesta en fiesta: lo mismo participaba en orquestas y verbenas que en grupos de rock y estudio para otros artistas.

Días de intensa luz y noches tras la fiesta convertidas, así lo reconoce: "En un infierno de soledad, depresión y egoísmo. Pero el Señor es grande y envío un ángel desde Brasil que se llama Dilmaría".

A Dilmaría Ferreira Diogo la conoció en un concierto y ella notó que "había en mi cosas raras" y le convenció de que iba por el mal camino: "Poco a poco fui dejando el alcohol y los vicios" e inicio una nueva etapa de su vida con un don para evangelizar desde la verdad.

Retomo su vida y sigue con sus conciertos, sobre los escenarios y en las iglesias y ganando almas para Dios: por Tábara, Marruecos, Suiza, Dubai, Austria, Brasil, Francia y Portugal donde con Dilmaría es asiduo al santuario de la Virgen de Fátima. El fue el autor de la canción "Vibra Balaídos" que arrasó en Vigo cuando allá por 2012 su amado Real Club Celta de Vigo regresaba a Primera División. Un roquero en la Casa del Señor: arrepentidos, dicen, los quiere Dios.