La villa de Tábara ha puesto en marcha la primera "iglesia de guardia" de la provincia de Zamora, una innovadora iniciativa del nuevo y joven párroco Carlos Hernández -llegado tras su paso por Roma a la tierra de juventud de San Froilán y San Atilano-, cuyos objetivos son facilitar la posibilidad de acudir a todos los feligreses al templo parroquial de la patrona tabaresa Nuestra Señora la Virgen de la Asunción para rezar, pedir consejos o "reconciliarse" con Dios cualquier día y a cualquier hora: "Iglesia de Guardia, como las farmacias, porque el señor siempre está de guardia, esperando para darnos lo que necesitamos", explica el sacerdote.

La primera cita de Iglesia de Guardia ha sido un éxito y, una vez culmine el curso escolar, la Iglesia de Guardia ofrecerá sus servicios semanalmente y de forma regular. Desde la sorpresa inicial y la admiración los fieles de todas las edades que acudieron al templo vivieron una nueva y grata experiencia en la participaron también dos sacerdotes de la comunidad religiosa de Villardeciervos: uno de ellos atendiendo el confesionario.

Para abrir la Iglesia de Guardia la parroquia contó con la presencia del cantante gallego Rubén de Lis -residente en Brasil-, un hijo prodigo que vivió una juventud marcada por la abundancia de dinero y "la vida disipada". Ganaba dinero "a manos llenas" y "a manos llenas" lo despilfarraba: una vida loca y de desenfreno que anunciaba un triste final, hasta que como el hijo pródigo de la parábola se reencontró con sus orígenes y con Dios.

Con la Custodia del Santísimo Sacramento presidiendo el Altar Mayor, bajo los sones de su guitarra, Rubén de Lis canto y rezó emocionando a la feligresía por su sentimiento y sinceridad, en un concierto puro de la vida, en la misma Casa de Dios, donde tras reconocer los graves errores del pasado las verdades fueron sentencias: "El demonio no te atrae con fuego ni tridente, eso te espantaría, te seduce en forma de buena vida, vicio y placer y te impide de esta forma, ver más allá la vida real".