Los ex seminaristas de La Bañeza y Astorga no están dispuestos a que el escándalo de abusos sexuales a menores abusos sexuales a menores quede enterrado después de la condena eclesiástica por pederastia al sacerdote José Manuel Ramos Gordón denunciado por F. L., un ex alumno de La Bañeza, que con su carta al papa Francisco consiguió la apertura de un proceso canónico y la primera sentencia a un cura en Castilla y León.

Por eso el colectivo de ex alumnos de los seminarios menor y mayor acaba de remitir una carta al obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, donde ofrece su colaboración en la "investigación exhaustiva" que anunció el propio prelado para esclarecer los abusos sexuales denunciados, tanto en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria como en los seminarios de Astorga y La Bañeza.

En la misiva, enviada a través del letrado Javier Fresno, del Colegio de Abogados de Valladolid, el colectivo de ex alumnos de los antiguos centros dependientes del Obispado de Astorga, expresa que comparten con el obispo "su intención y la de toda la Diócesis de que todas las personas, sacerdotes y/o encubridores, que hayan participado en abusos a menores salgan a la luz y sean justamente condenadas".

Respecto a la solicitud de colaborar en la investigación de abusos sexuales en el seminario menor de La Bañeza planteada por el propio obispo en la reunión que mantuvo con algunos de estos alumnos el pasado 28 de febrero, los ex seminaristas comunican a Juan Antonio Menéndez que "nos ponemos a su disposición 20 de nosotros para contestar a las preguntas que, relacionadas con este tema quieran hacernos". Se ofrecen así a colaborar con la investigación aportando sus testimonios "de lo que pudiéramos observar y vivir".

El colectivo de ex seminaristas piden a obispo de Astorga que se comunique con ellos "lo antes posible" en la que sería una segunda reunión tras la mantenida en febrero en la propia sede episcopal.

El caso de presuntos abusos sexuales por parte de sacerdotes educadores en los seminarios de La Bañeza y Astorga, y el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria se destapó a raíz de la denuncia de F. L. con la que consiguió que Ramos Gordón admitiera los abusos sexuales a menores y por la que se le apartó de la actividad parroquial en Tábara y otros pueblos de la comarca.