Fermoselle presumía ayer del mayor patrimonio paisajístico del municipio, los escarpados cañones de los Arribes del Duero, por donde discurría una marcha de 330 personas organizada por la Asociación Cultural de Tamborileros de Fermoselle "Juan D'l Encina".

La expedición se concentraba bien temprano junto a la piscina municipal, donde la organización recibía a los caminantes con periquillos y licor café, un desayuno fuerte para coger fuerzas que permitan aguantar los 11 kilómetros del recorrido, primero de bajada hasta la orilla del río internacional, en la zona de Guzaire, y después de subida por los parajes de "Las escaleras" y "La Baldosa", la parte más "pesada" del camino.

Una vez degustado el apetitoso obsequio los senderistas emprendieron su camino por las calles más pintorescas de Fermoselle antes de salir a los caminos que se adentran en los campos, que a pesar del tiempo desapacible lucían floridos en todo su esplendor primaveral.

Al regreso los participantes comieron en los distintos restaurantes de la villa y ya por la tarde, a partir de las 17 horas, la Plaza Mayor acogió una demostración de folclore tradicional en la que los tamborileros fueron los grandes protagonistas, interpretando los temas más típicos de Sayago. La gente llenó el ágora fermosellana, y más de uno se animó a bailar alguna de las canciones tradicionales.