Desde el Ayuntamiento de San Vitero, al que pertenece el pueblo de San Cristóbal, se pedía ayer a los propios vecinos estrechar la vigilancia sobre la presencia de vehículos y personas extrañas y sospechosas a deshoras junto a las iglesias para llegado el caso poder ayudar y colaborar con los efectivos de la Guardia Civil.

«Nada van a robar porque nada se deja en los templos, pero está claro que campan a sus anchas, sin miedo, y lo que están generando en un gran malestar, preocupación e inseguridad entre los vecinos» asegura el alcalde Rafael Caballero.