El Arciprestazgo de Aliste y Alba fue ayer objeto de nuevos asaltos con violencia en las cosas y robos en cuatro de sus 84 parroquias. Una práctica que se está convirtiendo, según aseveran los vecinos y curas «en algo demasiado habitual y por lo tanto preocupante pues si roban con total impunidad en los templos tarde o temprano terminarán haciéndolo en nuestras casas con el consiguiente peligro para las personas que viven en ellas».

Los asaltos y robos perpetrados en la noche del lunes al martes afectaron a las iglesias de «Nuestra Señora la Virgen de la Asunción» de Palazuelo de las Cuevas y a la «San Julian y Santa Basilisa» de Las Torres, ambas pertenecientes a la Unidad de Acción Pastoral de Sarracín que atiende el cura de Valer Fernando Lorenzo Martín; a la de la «Virgen de la Asunción» de Pobladura de la UAP de Mahíde a cargo del veterano Marcelino Gutiérrez Pascual; y a la «San Cristóbal» de San Cristóbal de Aliste de la UPA de San Juan Del Rebollar que lleva Teo Nieto Vicente. Los tres sacerdotes han presentado las correspondientes denuncias de los hechos ante la Guardia Civil.

Efectivos de la Benemérita visitaron ayer por la mañana los templos e iniciaron las pesquisas para intentar dar con los autores y ponerlos a disposición judicial.

En la investigación de la Guardia Civil, asesorados por los vecinos, no se descubrieron robos de importancia, pero si grandes y graves destrozos para entrar en la iglesias, revolviendo todo dentro, tirando objetos y ropas por los suelos: «Esta claro que solo buscan dinero en metálico y de eso no hay nada en las iglesias». En Pobladura la existencia de alarma ahuyentó y hizo desistir a los amigos de lo ajeno.

Para Feliciano Peláez, feligrés y celebrante de la palabra en Las Torres: «Sabemos que no pueden robar nada de valor, pero cuando llegas a la iglesia, esa que entre todos los vecinos cuidamos con esmero, y ves las puertas rotas, las casullas y otros enseres tirados todos por el suelo, todos los cajones revueltos, la verdad es que duele mucho. Una pena».