Se habla ya abiertamente de "sequía sin precedentes". La valoración la hacía ayer el sindicato agrario Asaja. "Como este año nunca", ratitificaba ayer un agricultor saucano en una conversación informal que, a priori, puede resultar exagerada pero sin duda demuestra el abatimiento y la incertidumbre que vive el mundo del campo en un año muy seco.

"Las producciones de cereal y colza en los secanos de la mayor parte de la región están perdidas por la sequía extrema sufrida en las últimas semanas, y corren serio peligro de que se vayan también cultivos de regadío, forrajes y pastos, puesto que el agua disponible es muy bajo o incluso inexistente, y la disponibilidad en la mayor parte de los casos absolutamente insuficiente para sacarlos adelante".

Tal es el diagnóstico de la Alianza UPA-COAG, que pide "medidas urgentes" para aminorar el serio impacto económico que la falta de agua tendrá en el sector agrario.

Para corroborar esta situación los datos sobre el estado de los embalses son clarificadores. En la provincia de Zamora el agua embalsada apenas supera la mitad de la capacidad total, con un porcentaje del 52,70%, muy lejos del 80% almacenado el año pasado por las mismas fechas; o de la media del 74,5 por ciento de la última década.

La fotografía del embalse de Ricobayo en la cola de Montamarta que acompaña esta información es reveladora. Lo que tenía que ser un mar de agua aparece como una planicie árida, un secarral con la ermita de la Virgen del Castillo como testigo de esta imagen tan desoladora en plena primavera.

A juzgar por el almacenamiento de agua en los embalses, la situación de Zamora es más preocupante, con niveles por debajo de la media nacional que sitúa el agua embalsada por estas fechas rozando el 60%, ocho puntos por encima de la provincia; en el conjunto de Castilla y León el nivel se encuentra en el 57%, muy lejos del 90% registrado hace un año.

El embalse de Ricobayo, el más grande de la provincia almacena 512 hectómetros cúbicos de los 1.200 posibles, menos de la mitad. Y en el conjunto de la provincia de una capacidad total de agua almacenada de 1814 hectómetros cúbicos en este semana se han contabilizado 950, según el portal de embalses.net.

Según la Alianza UPA-COAG, la situación es "tan preocupante", que a pesar de encontrarnos a mediados del mes de abril, "el problema no se limita solo a la agricultura sino también a la ganadería en régimen extensivo que no dispone en la actualidad apenas de agua y de alimento a consecuencia de que no hay pastos con el consiguiente incremento de los costes de producción que tienen que soportar los ganaderos, tanto por el incremento del aporte alimenticio como por la previsión de compra de cubas de agua para dar de beber a su ganado".

La organización agraria Asaja propondrá hoy en el Consejo Regional Agrario de Castilla y León una tabla con doce medidas para "proteger y blindar unos mínimos de supervivencia para el sector agroganadero ante una sequía sin precedentes". Apuntan que el regadío se encuentra "hundido", que en "muchas zonas" es "imposible sembrar" y que el pasto "ya está agostado".

Entre las medidas que propone Asaja se encuentra una consignación bianual en los presupuestos de la Junta de Castilla y León para 2017, de 100 millones de euros, destinados a préstamos subvencionados, a siete años, con dos de carencia, mediante convenios con la banca privada. Reducciones fiscales, exoneración del pago de cuotas a la Seguridad Social, tasas de servicios agroganaderos o aplazamiento del pago de la tarifa de riego como del canon de regulación, correspondiente a la campaña 2017. También se reclaman mejoras en el seguro agrario o un plan de modernización "que dé un impulso definitivo a los regadíos de Castilla y León".

Asaja apela a la convocatoria de los nueve consejos agrarios provinciales y comisiones de estadística, para que se analice pormenorizadamente la situación atendiendo a los datos disponibles en cada comarca y poder actuar en consecuencia.