El agua es vida, y el almacenamiento de este valioso recurso es una garantía de abastecimiento, de energía eléctrica, de regadío, de pesca, de recreo, de turismo y de biodiversidad por el alto número de especies y de ejemplares que habitan, hallan alimento o refugio en los feudos acuáticos.

La provincia de Zamora llega a contener en sus depósitos artificiales una reserva de cerca de 5.000 millones de metros cúbicos de agua cuando las lluvias y los caudales los llenan a rebosar; y además, en estos torrenciales momentos, puede ver como espitan hacia tierras portuguesas, por los aliviaderos de las presas, y sin poderlos contener, uno o dos millones de litros por segundo.

Es un almacenamiento que se incrementa con el volumen recogido en lagunas, charcas y en los pequeños depósitos municipales, y que permiten a los moradores de los pueblos resolver las cuestiones cotidianas a diario.

El valor del agua lo prueba su carencia, la sed y la sequía que se apodera de los núcleos urbanos, de los campos y de las turbinas hidroeléctricas cuando lagos y pantanos muestran la cara de los lodos o un gran vacío.

Hay cuencos privilegiados como el Lago de Sanabria o el embalse de Valparaíso, que suelen mantener todo el año un llenado agradecido. Hay escenarios de pura temporalidad como las Lagunas de Villafáfila, y cuencos que suben y bajan cotas a mandamiento como los embalses de generación.

Decenas de municipios de la provincia de Zamora hallan en los embalses el mejor manantial, como son los numerosos pueblos de la Mancomunidad de Sayagua y de Alba que toman sus aguas del embalse de Almendra o Ricobayo respectivamente. Miles de personas encuentran en estas grandes bodegas la posibilidad de disfrutar del baño y de las prácticas deportivas, y otros, como las poblaciones dotadas de canales de riego, el modo de fertilizar las fincas agrícolas y ganaderas. El Lago de Sanabria, con sus cien millones de metros cúbicos claros y saludables, se muestra como el playa por excelencia de la provincia.

La riqueza avifaunística y biodiversidad que está presente en los grandes y pequeños depósitos es todo un patrimonio natural en la provincia de Zamora. Buena parte de los embalses y, especialmente, las Lagunas de Villafáfila, son Zonas de Especial Protección para las Aves.

En la gestión eficiente del recurso hídrico y su almacenamiento destacan por el valor generativo del agua las eléctricas, y, en Zamora, por encima de todas ellas Iberdrola por contar con los embalses más sobresalientes, y en menor medida Endesa y Fenosa, que gestionan los embalses de la sierra Sanabresa. Los casi cuarenta grupos de generación instalados en Zamora producen megavatios a placer si el agua corre a gusto por las tuberías forzadas y alimentan las correspondientes turbinas. La producción media de todo este engranaje asciende a nada menos que 6.456 millones de kilovatios hora.

Precisamente para que los embalses cumplan su función de depósitos fructíferos el sector eléctrico afianza desde hace unos años para acá el bombeo de agua.

"La tecnología de bombeo en centrales hidroeléctricas se ha consolidado como la mejor alternativa para el almacenamiento de energía, con un rendimiento muy superior a las baterías más eficientes del mercado, que tienen todavía un amplio desarrollo técnico por delante para convertirse en una realidad eficaz de cara al futuro" señalan en Iberdrola. Esta empresa, que inició en Ricobayo la gran conquista hidroeléctrica del Duero, subraya que "las plantas de bombeo constituyen en la actualidad una salvaguarda para el sistema eléctrico, ya que permiten almacenar energía elevando el agua de un embalse inferior a otro ubicado a más altura. Esto hace que se pueda generar una gran cantidad de electricidad de forma rápida, al turbinar el agua de bajada al embalse inferior. Y todo ello sin generar ningún tipo de emisión contaminante a la atmósfera". De este modo, precisa la Eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, "la energía sobrante en períodos de bajo consumo se utiliza para bombear agua de un embalse inferior a otro superior, obteniendo una energía de gran calidad que puede ayudar a cubrir las necesidades del mercado durante las horas de mayor demanda".

Galán recalca en sus intervenciones que "el almacenamiento de energía será fundamental" en el escenario global de los próximos años. "Los avances tecnológicos en baterías pueden ser parte de la solución, pero hoy en día, el almacenamiento hidroeléctrico de bombeo es la única tecnología eficiente que puede ser implementada a gran escala. Se prevé que la capacidad hidroeléctrica se incremente más del 60% en los próximos 25 años".