En el medio rural de la provincia de Orense se ha detectado un incremento de los casos de trastornos de alimentación, especialmente de anorexia y bulimia, según los pacientes tratados por los especialistas de la Asociación de Bulimia y Anorexia de Pontevedra (ABAP) y Orense, que hacen un seguimiento semanal de estas enfermedades, tanto en Pontevedra como en Orense. Ana Rodríguez y Mercedes Fernández, psicóloga y recepcionista respectivamente de ABAP, consideran que los datos de la provincia de Orense son perfectamente extrapolables a las zonas rurales de la provincia de Zamora y, en concreto, a comarcas como la de Sanabria y Carballeda, donde además hay más dificultades para acceder a la Sanidad Pública para tratar estos trastornos.

Madres y profesoras del IES Valverde de Lucerna participaron en una conferencia sobre estos graves trastornos alimenticios, que ha servido para dar visibilidad a un problema latente que existe en estos momentos en la comarca. El centro educativo desarrollará el programa de prevención de drogadicción y alcoholismo, NEXUS, en colaboración con el CEAS de la Diputación, a partir del día 22 dirigido a alumnos de 2º y 3º de ESO, una actividad extraescolar de 12 sesiones con una monitora de la Asociación Vida y Deporte. Está previsto realizar otro programa de prevención, Moneo, para padres y pendiente de fecha.

Las intervenciones de las participantes, respecto a los casos de anorexia y bulimia, dejaron en evidencia los grandes problemas de las familias del medio rural para detectar estas enfermedades, conseguir un diagnóstico y poder ser derivados a especialistas o unidades especializadas en anorexia y bulimia, las enfermedades con mayor incidencia entre adolescentes y mujeres. Una dieta sana, hábitos saludables y ejercicio moderado son claves para prevenir y "educar" frente a estas enfermedades. En prevención es importante evitar dietas son control médico, comidas en familia, desmitificar la delgadez como sinónimo de belleza y éxito y criticar el modelo que vende la publicidad.

La epidemia del culto al cuerpo ha generado una cultura de la delgadez que subyace en estas dos enfermedades, según explicaron las expertas, aunque hay otras como la vigorexia, disfunción alimentaria, obesidad, síndrome del gurmet, trastorno nocturnocompulsivo, etc. La delgadez es sinónimo de éxito y felicidad, cuando la realidad que subyace es la de enfermedad, fracaso e infelicidad.

Los primeros indicios aparecen cuando la persona empieza a retirar alimentos de su dieta, primero dulces, luego hidratos de carbono, seguido de la supresión de proteínas para centrarse solo en frutas y verduras. El objetivo no es otro que bajar de peso, con periodos de ayuno seguidos de atracones que despiertan el sentimiento de culpabilidad por haber comido.

Otros indicios son la hiperactividad y ejercicio físico con el objetivo de quemar calorías, pérdida de la menstruación, un control sobre la comida que se compra y sus calorías "cada vez se centran más en la verdura y cada vez el plato es más pequeño". Estas personas presentan una excesiva sensibilidad al frío por la pérdida de grasa corporal, aparición de bello muy fino para compensar esa pérdida, cambios de carácter, irritabilidad, etc. En general son personas muy controladoras y con expedientes académicos brillantes.

Ante cualquier sospecha lo importe es acudir al médico de familia para que derive a los especialistas. Un contratiempo que ha detectado la Asociación es que en Atención Primaria falta preparación del médico ante estas enfermedades que atribuyen a problemas digestivos. Antes estos casos el tratamiento tiene que ser multidisciplinar, no solo nutricional sino también sicológico.

El programa de prevención del centro escolar contó con la participación de la Asociación de Alcohólicos Anónimos de Zamora, que a través de la experiencia, se describió el proceso del alcoholismo, asociado a la única droga legal autorizada, el alcohol. El consumo de alcohol es cada vez más precoz, con niños entre 12 y 13 años, y con un mayor incremento las adolescentes y las mujeres. El fácil y barato acceso al alcohol, frente a otro tipo de ocio más caro como el cine, el teatro, etc., fomentan su consumo, ya desde edades tempranas. Se convierte en una manera de integración entre las pandillas, además de desinhibir y modificar el comportamiento "se hacen cosas que en condiciones normales no haces" precisó el representante de la asociación.