La Guardia Civil de Zamora investiga a tres personas como supuestos autores de varios delitos como falsificación documental, intrusismo profesional y estafa por haber engañado, presuntamente, a más de 60 ganaderos de la provincia. Los tres investigados están implicados, presuntamente, en la venta de instalaciones frigoríficas utilizadas para la conservación de leche de oveja que funcionarían con gases prohibidos, según ha comprobado la Benemérita, y que vendían con falsos certificados oficiales.

El Seprona de la Guardia Civil de Zamora comenzó a investigar el caso en julio del pasado año, cuando varios ganaderos intentaron inscribir sus nuevas adquisiciones en el registro de Industria, pero el servicio territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora desestimó sus solicitudes por la falta de documentación que debía aportar la empresa instaladora.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza visitaron las explotaciones de ovino afectadas para investigar si el frigorista, encargado de realizar los correspondientes certificados, había podido cometer fraude, y pudieron comprobar que además de extender falsos documentos oficiales donde se reflejaban gases permitidos, la mayoría de los equipos de frío que habían instalado utilizaban en realidad gases prohibidos en España desde el año 2010. Asimismo, los empleados de la empresa no estaban habilitados para trabajar con gases refrigerantes ni para hacer modificaciones en instalaciones eléctricas.

La investigación del Seprona concluyó con una inspección en las instalaciones que la empresa posee en una localidad de la provincia de León, donde hallaron tres botellas con gas R-409-A (HCFC) que sumaban 198 kilogramos de este material, cuyo uso y tenencia están prohibidos desde el año 2010, y una cuarta botella de 22 kilogramos de peso que contiene un gas que no han podido identificar. Los agentes se incautaron de las cuatro botellas y las pusieron a disposición del Juzgado de Guardia de Zamora junto a las diligencias instruidas, pues previamente los agentes comprobaron también que la empresa no había recuperado ni gestionado nunca ningún gas prohibido a través de un gestor autorizado.

Los ganaderos que compraron sus instalaciones son víctimas de las presuntas malas prácticas de esta empresa, ya que sus solicitudes de registro en Industria han sido desestimadas después de que hubieran pagado los trabajos realizados, según informa la Guardia Civil de Zamora.

La Benemérita recuerda que dentro de los gases de origen antropogénico -exclusivamente producidos por la actividad humana- se encuentran los clorofluorocarburos (CFC), sustancias con un elevado potencial de destrucción de la capa de ozono. Su producción, uso y puesta en el mercado está prohibida por la Unión Europea. Por otro lado, los hidroclorofluorocarburos (HCFC), como el gas hallado en la empresa investigada, son sustancias sustitutivas de los CFC pero igualmente contaminantes y perjudiciales para la capa de ozono, por lo que también están prohibidos.