La asociación conservacionista Grefa ha colocado ya 2.000 nidales en Castilla y León para aves rapaces que cazan topillos. Se trata de un proyecto de control biológico del topillo campesino favoreciendo la reproducción de aves rapaces depredadoras del roedor, como el cernícalo vulgar, la lechuza común y el mochuelo europeo. Más de treinta municipios de las provincias de Zamora, Valladolid, Segovia, Palencia, Burgos, Ávila y Salamanca se han beneficiado ya de esta medida, que pretende ser una alternativa "blanda" al uso de venenos químicos, cuya aplicación en los medios agrícolas afecta gravemente a muchas especies silvestres de gran importancia ecológica o cinegética.

En 2016, Grefa colocó medio millar de nidales, la mayoría en cuatro nuevos municipios que se unieron al proyecto el año pasado: Macotera (Salamanca), Morales de Toro (Zamora), Villafruela (Burgos) y Sauquillo de Cabezas (Segovia). El proyecto cuenta con la colaboración técnica del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), de la Junta de Castilla y León, y el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) y la Diputación de Segovia.