La Consejería de Fomento y Medio Ambiente e Iberlince estudian desde hace tiempo la reintroducción de lince ibérico, a partir de 2020, en determinadas zonas del sur de las provincias de Salamanca y Ávila, concretamente en la vertiente norte de la Sierra de Gata y en el Tiétar y el Alberche.

Eso si, siempre que las zonas reúnan las condiciones óptimas de hábitat y alimentación que establecen los protocolos aprobados por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y que se basan en la existencia de una determinada superficie (entre 15.000 y 25.000 hectáreas) de hábitat con una adecuada densidad de conejo, del que el lince tiene una importante tasa de dependencia como presa principal.

Los posibles programas de reintroducción se abordarán dentro del plan básico de gestión y conservación de la especie aprobado en 2015 y del programa de actuaciones dirigido a consolidar la mejora de hábitat en las distintas zonas potenciales. Además, si mientras tanto se consolida la población de Montes de Toledo, permitiría tener un grupo con la suficiente proximidad para que, de conseguir reintroducir en las zonas del sur de la Comunidad, se pudieran establecer conexiones entre ellos "evitando fenómenos de aislamiento". El éxito de este planteamiento permitiría, en fases posteriores, expandir la especie hacia otras comarcas del norte.

El lince, uno de los grandes carnívoros ibéricos y el único endémico de la Península, sufrió una gran regresión durante el pasado siglo como consecuencia de su caza, la dependencia del conejo y la desaparición de su hábitat.

En Burgos, por ejemplo, el último dato confirmado es de mediados de los sesenta. Desde ese momento se han producido comunicaciones de avistamientos puntuales en Zamora, Salamanca y sur de Ávila, si bien no se ha podido confirmar de manera fehaciente. Incluso, es muy recordado Kentaro, el lince viajero que deambuló por varias provincias de la Comunidad, incluida la comarca zamorana de Sanabria, durante año y medio con sistema de localización, tras ser liberado en Toledo, y que fue atropellado en Oporto en febrero de 2016 tras recorrer 3.000 kilómetros.