La Guardia Civil detuvo ayer en una intensa y eficaz operación a tres de los cuatro individuos que protagonizaron una espectacular huida por tierras de Sanabria-Carballeda, primero por carretera y en un vehículo presuntamente robado, y luego a pie y monte a través. Tanto los tres capturados como el escapado están identificados y son de nacionalidad española.

El hecho de que los fugados fueran equipados con armas de fuego dio a la intervención una mayor carga de peligrosidad y exigencia de precauciones. Al parecer, y según fuentes próximas, se trata de personas relacionadas supuestamente con la oleada de robos habida en diversos municipios de la provincia.

La Guardia Civil también investigaba ayer la posible relación de uno de los ocupantes del vehículo por si pudiera guardar relación con el atropello, el pasado 3 de febrero, de un policía nacional en Zamora durante una tarea de identificación.

En el amplio dispositivo desplegado por la zona los efectivos de la Guardia Civil peinaron el monte entre Asturianos y Entrepeñas, desde la carretera Nacional 525 hacia la autovía, para localizar a los cuatro individuos perseguidos, todos ellos españoles y, según algunas fuentes, "conocidos" por sus antecedentes.

La persecución comenzó poco después de las cinco de la mañana, cuando los ocupantes de un BMW, supuestamente robado, se dieron a la fuga desde la gasolinera de Mombuey.

Huyeron por la carretera nacional 525 a lo largo de unos 20 kilómetros, y seguidamente se incorporaron a la Autovía A-52 por el enlace de Palacios, a la altura de la venta de Remesal.

Tras circular varios kilómetros en sentido contrario, siempre perseguidos por la Guardia Civil, pararon el coche a la altura de Asturianos y, para tratar de eludir su detención, los fugitivos saltaron la valla de la autovía y prosiguieron la huida a pie por medio del monte.

Sobre las once de la mañana un vecino de Asturianos alertó a la Guardia Civil de la presencia de dos individuos, que llevaban "armas", andando por las inmediaciones del pueblo.

También indicó el informante que los dos desconocidos parecían tranquilos, pero reparó en que no eran ni de la zona ni cazadores. Llamó especialmente la atención que estuvieran a esas horas por el monte cerca del pueblo.

No se descarta que en los primeros momentos, tras abandonar la autovía, se refugiaran en alguna construcción abandonada de la zona. Al parecer preguntaron por el bar y la hora en que abría, incluso dijeron que querían comprar tabaco, según fuentes vecinales.

La Guardia Civil montó para detener a los fugados un amplio operativo que movilizó a las patrullas de Sanabria, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), Guardia Civil de Tráfico, el helicóptero de la Benemérita y la unidad Cinológica de Zamora. Uno de los perros sería clave en las labores de localización de alguno de los sospechosos.

La carrera de estos dos individuos terminó, poco después de empezar, con su detención y la incautación de dos armas de balines, y al menos una bolsa con armas blancas, entre ellas un machete.

Los vecinos de Asturianos vivieron momentos de cierto susto porque, en un primer momento, se hablaba de armas recortadas. Los dos primeros detenidos fueron trasladados poco antes de la una de la tarde al cuartel de la Guardia Civil de Puebla.

La preocupación también subió de nivel porque uno de los perros de la Guardia Civil llegó hasta las inmediaciones del colegio de Palacios de Sanabria, al parecer siguiendo un rastro durante el pisteo. La preocupación en el pueblo era evidente. "No he ido ni a ver las gallinas" explicaba una de las vecinas, con el pueblo rodeado por coches patrulla y todos conscientes del suceso.

El tercer individuo fue detenido poco antes de las dos de la tarde refugiado bajo un paso elevado de la autovía A-52 que conduce a Entrepeñas. Posiblemente eligió este amago para eludir el rastreo efectuado con un helicóptero desde el aire. Este tercer detenido, una persona de apariencia muy joven, permanecía escondido y, tras ser detectado por el perro, pidió a los guardias que lo sujetaran para que no le mordieran. A los agentes les dijo que se dirigía a Entrepeñas. Versión que no creyeron. En el registro llevaba una determinada suma de dinero que "me dio mi abuela". La Guardia Civil detuvo a esta tercera persona, cuya descripción física coincidía plenamente con la que facilitó un ciudadano.

La cuarta persona fugada, al aparecer llevaba una chaqueta o cazadora de color rojo, y no ha trascendido su descripción física, aunque sí que también es un ciudadano español. El cerco de la Guardia Civil se estrechaba en la franja de terreno de unos dos kilómetros entre los pasos de la autovía entre Entrepeñas y Sandín. Los efectivos seguían su misión expectantes por si algún conductor alertaba de la presencia de alguna persona andando en la autovía.

La Guardia Civil seguía ayer la pista de otro vehículo, parece ser avisado para recoger a los huidos. Al parecer, cuando se dirigía a recogerlos se quedó sin gasolina. Un vehículo estacionado en la N-525, en el cruce de Lagarejos, levantó las sospechas de la Guardia Civil, al no encontrarse el conductor en la zona. Los detenidos, junto con las armas, pasarán en las próximas horas a disposición del Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria.