La señalización de una batida de caza, este fin de semana, en el término de Entrepeñas, perteneciente al Ayuntamiento de Asturianos, no ha estado exenta del conflicto de intereses entre vecinos y cazadores.

Mientras que los promotores de una acción de caza autorizada tienen la obligación de señalizar el lugar donde se desarrolla el lance, los vecinos ven cercenados sus derechos en lo que respecta al uso de caminos públicos.

En este caso los promotores o titulares del coto cinegético procedieron a instalar las señales en pleno camino de Santiago, en un itinerario tradicional de uso vecinal, que atraviesa el término de Entrepeñas desde San Salvador de Palazuelo hasta Asturianos.

Los promotores de la cacería, que cuenta con autorización correspondiente, también tienen la obligación de señalizar el desarrollo de la actividad cinegética siempre que suponga un riesgo de accidente de tráfico en las carreteras que discurren por la zona autorizada. En este caso la señalización de peligro se instaló en un árbol, para sorpresa de propios y extraños.