Cientos de mujeres devotas de Santa Águeda se pusieron este fin de semana los manteos para tomar las calles y llenar los pueblos de la provincia de colorido, música y jolgorio en la fiesta de su patrona, una ocasión para reivindicar el poder femenino tomando las varas de mando de los ayuntamientos.

Las águedas no dejaron que la lluvia les aguara su momento, y como cada año cumplieron con esta tradición que conjuga celebraciones religiosas, música y bailes folclóricos, comidas de hermandad, actos lúdicos o culturales y un espíritu reivindicativo de la feminidad y de la libertad de la mujer a lo largo y ancho de todas las comarcas zamoranas.

La mayoría de las cofradías organizaron actos religiosos, lúdicos y culturales durante toda la semana, aunque el momento culmen llegaba ayer, día de Santa Águeda, con las procesiones en honor a la mártir siciliana que a pesar del mal tiempo no solo pudieron salir a la calle, sino que se vieron más concurridas que en otros años, pues al coincidir la celebración en domingo más mujeres se decidieron a participar y, sobre todo, más vecinos y curiosos se animaron a salir un rato de las casas y los bares para contemplar los desfiles o bailar al son de la música de dulzaina y tamboril que en la mayoría de los pueblos anima las comitivas.

En Villalpando las castañuelas y las dulzainas llevaron los sones típicos de la comarca a las principales calles de la villa en el recorrido que hizo la santa desde San Nicolás. Como manda la tradición, el alcalde Félix González Ares recibió a las águedas en el salón de actos del Ayuntamiento, donde entregó la vara de mando a la nueva mayordoma de la cofradía,_Charo Pedrero, que sucedía en el cargo a Consuelo Martínez. Tras los pertinentes saludos y discursos el regidor se hizo varias fotografías con las protagonistas de la jornada, quienes lucían los trajes de la tierra, todos muy bien elaborados y cuidados.

En Revellinos cerca de una veintena de mujeres celebraron la fiesta de Santa Águeda con misa, procesión y un animado vermut, para continuar con una comida de hermandad en el mesón Las Lagunas, de Villafáfila. La diversión se prolongó durante el resto de la tarde en un ambiente de buena vecindad.

En Coreses, además de los actos religiosos la macrodiscoteca «Nebulosa» hizo bailar a cientos de personas durante la noche del sábado en el salón La Arena.

Más al sur, en Fuentesaúco las águedas protagonizaron una vistosa procesión que paseó por los lugares más emblemáticos de la villa a la imagen de la mártir -cuyas andas lucían claveles rojos y blancos-, pasando por el Ayuntamiento para pedirle al alcalde, Gaspar Corrales, su vara. Los pasacalles se extendieron a lo largo de todo el fin de semana, en ningún momento faltaron la música y los bailes regionales