La llegada de una persona de avanzada edad a la residencia Conchita Regojo, de Fermoselle, en la noche del pasado miércoles sin mayor vestimenta que un mero camisón y "una mala y vieja manta" causó una sensación lamentable en el personal del centro porque han visto en el caso una falta de humanismo.

La mujer llegó en una ambulancia, procedente de un centro hospitalario de Zamora. El hecho de que apareciera en unas condiciones tan precarias de ropa una persona de avanzada edad -eran cerca de las 21.00 horas- y que debía ser recogida en el exterior en un ambiente más gélido que otra cosa, despertó las sensaciones de la falta de sensibilidad. No se cuestiona si la mujer disponía o no de ropa propia, sino que, a la hora de los traslados de personas de avanzada edad, deben tenerse en cuenta los cambios bruscos de temperatura que supone salir del los interiores a los exteriores.