La ganadería de ovino de raza Castellana de Francisco Martín Martín, de Ceadea, se ha convertido en la más perjudicada de Aliste por los ataques de lobos ibéricos: dos en sólo una semana. Ayer los cánidos daban muerte a seis ovejas y una cabra en el paraje de "Los Majadones". La anterior lobada causó la muerte de doce ovejas en el pago "Majada Linares".

Agentes de Medio Ambiente ya han cumplimentado el correspondiente informe y el ganadero asume el tributo por la convivencia con los lobos. No obstante muestra su malestar con el cebado de lobos en los cotos cercanos. En la zona de la Sierra de Bruñosinos, fronteriza con Portugal, había un grupo de siete lobos, de los cuales dos se han cazado en los últimos meses. No se descarta que esto haya enfurecido a la manada y llevado a los cinco restantes a intensificar los ataques a las ovejas. Esta misma semana se ha producido otro ataque a una de las dos ganaderías de ovino ubicadas en Bermillo de Alba.

Paco se siente "cabreado" por los últimos ataques que está sufriendo a su ganado, y no por falta de medios, ya que entre mastines y perros de careo suman doce canes que protegen su rebaño, sino porque al tener cebaderos al lobo los cotos de alrededor la manada no se va de la zona y encima como han matado a dos de los suyos el resto de cánidos están resabiados y su "cabreo" lo pagan las indefensas ovejas, ya que lo normal es que maten dos o tres y no doce como el otro día, o siete reses ayer por la tarde.

Además, curiosamente, los animales asesinados ayer por los cánidos distaban casi un kilometro entre ellos, "como si los lobos hubieran estado jugando con las ovejas, y encima no han comido ninguna". Esta acción es muy común en las manadas de lobos que han sufrido la pérdida de alguno de sus congéneres.