"La campaña ha sido positiva. Ha cumplido con las expectativas creadas; dentro de lo que cabe, los cazadores están satisfechos". José Antonio Prada, delegado provincial de Caza, resume así la temporada cinegética de caza menor en la provincia que se cerró el pasado domingo. El balance está claro: "Perdiz por encima de otros años, aunque dentro de la situación precaria que vive la especie; en liebre, la campaña ha sido normal, sin enfermedades, y en conejo se ha vuelto a evidenciar la diferencia entre unas comarcas y otras; en unas es una plaga y en otra no se ven".

La población de perdiz está "muy tocada" en toda Castilla y León, también en Zamora. Los cambios en los sistemas de explotación agraria: intensificación del uso de herbicidas y tratamiento de semillas, adelanto en la recogida de la cosecha, aprovechamiento de la paja y, en general, fuerte mecanización del sector, están arrinconando a la "patirroja" que lleva años en caída libre. Las cambios bruscos de tiempo -sequías e inundaciones- y el incremento de depredadores han hecho el resto. La reina de la caza menor necesita "un tratamiento especial, que se le mime", apunta Prada, quien mantiene que en el caso de esta especie "es imprescindible la gestión, procurarle, sobre todo agua en los periodos estivales, cuidarla mucho porque es un tesoro en todos los sentidos".

Después de unos años "bajo mínimos", la población de "patirrojas" ha repuntado gracias a un invierno -el pasado- muy lluvioso y una primavera benigna que propicio un incremento espectacular de la vegetación y por tanto mayor abundancia de refugios. A pesar del verano de récord, por la ausencia casi total de lluvias, la especie llegó con fuerza al otoño, sobre todo porque la lluvia apareció antes de la apertura de la campaña a finales de octubre.

La campaña ha sido "mucho mejor" en los cotos de las comarcas del sur de la provincia y de Los Valles de Benavente. "Ha quedado perdiz para criar. Ahora hay que pedir que la primavera sea propicia como ocurrió el año pasado", sentencia Prada, que insiste una y otra vez en "la necesidad de hacer una buena gestión de los cotos".

La población de liebres se ha mantenido y, en general, los galgueros se han divertido. "No ha sido una campaña espectacular, pero tampoco mala, normal. No ha habido problemas sanitarios y eso es de agradecer. Tenemos una caza sana y autóctona, algo que no pueden decir en otros muchos sitios".

La especie que más abunda en la provincia es, sin duda, el conejo. En algunas comarcas se está convirtiendo en una plaga y causa muchos daños en sembrados de cereales y viñedos, principalmente, lo que obliga a pagar indemnizaciones.

Lo que ocurre, como apunta José Antonio Prada, es que "el reparto de conejos no está equilibrado" y "hay zonas donde sobra y en otras donde no hay". Para compensar esta situación, lleva años el delegado provincial de Caza demandando que se autorice la "traslocación" (traslado de animales de unos lugares a otros". Prada defiende esta fórmula porque, según asegura, "es la que presenta menos riesgos sanitarias y asegura que los animales sean autóctonos y estén en las mejores condiciones".