Todas las calles de Ribadelago Nuevo y Viejo estaban este fin de semana limpias de nieve, excepto dos, una de ellas la calle Guadalquivir, a escasos metros de la carretera del Lago, la vía principal de acceso al pueblo. El conductor de una ambulancia tuvo que bajar y limpiar la calle con la pala en mano, que le prestó un vecino, al no poder acceder, el pasado sábado, al domicilio en el que tenía que atender una urgencia. La lamentable escena se produjo poco después de las cuatro de la tarde cuando el médico de guardia del Centro de Salud de Puebla recibió el aviso para atender una urgencia en la calle Guadalquivir.

El facultativo accedió con un vehículo pequeño por una de las calles limpias a instancias de los vecinos que habían despejado la vía ya que no podían salir con sus coches, cuando se temía que pudiera ocurrir una emergencia. En este barrio viven ocho vecinos, la mayoría de edad avanzada y algunos con movilidad reducida.

El médico solicitó una ambulancia urgente. Al llegar el vehículo de emergencia no pudo pasar por la calle limpia por la que entró el médico, ya que era una vía estrecha, lo que obligó al conductor a maniobrar y entrar por la calle Guadalquivir. Una vez en la calle se presentaron dos problemas. El primero era el alto riesgo de caídas de camilleros y personal sanitario al tener que transportar una camilla por la superficie nevada y helada. La situación se solucionó en precario al evacuar a la paciente en una silla hasta la camilla, colocada en un lugar donde no resbalara y lo más cerca posible de la ambulancia.

El segundo problema surgió cuando el conductor de la ambulancia tuvo que maniobrar con 20 centímetros de nieve a ambos lados de la calle con los patinazos del vehículo, que se llegó a atascar en dos ocasiones, y que tuvo que recurrir a la ayuda de los propios vecinos para poder poner en marcha la ambulancia de manera segura.

Las excusas de los responsables municipales son varias, desde una avería en el vehículo hasta que no había operario. El malestar se mantiene entre los vecinos del barrio, que ayer estaban de luto, máxime porque fue un caso de evacuación urgente y todas las calles de los dos pueblos estaban limpias, menos dos.