El Obispado de Astorga ha publicado a última hora de la tarde un comunicado como reacción a la información publicada este domingo en LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA sobre los abusos sexuales cometidos por José Manuel Ramos Gordón para aclarar que llevó a cabo "un proceso administrativo penal en la diócesis que verificara la veracidad de los hechos" y, en conclusión, "impuso al sacerdote la pena pertinente que aceptó con espíritu de humildad y arrepentimiento".

La institución de Astorga afirma además que "una vez conocida la repercusión adoptada, pidió la jubilación de todos sus cargos, petición que el obispo aceptó en agosto de 2016" y que "desde entonces no tiene ninguna responsabilidad eclesial".

Por último, el documento que aparece en la web oficial de la diócesis reitera que la Iglesia "lamenta profundamente estos hechos tan deplorables" e insiste en el "perdón por el daño causado a la víctima", palabras muy semejantes a las expresadas en la carta que este domingo ha publicado este diario, firmada por el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez.

Sin embargo, las afirmaciones del Obispado contradicen la verdad que expresan los documentos. En primer lugar, porque Ramos Gordón siguió ejerciendo funciones de sacerdocio tras el mes de agosto de 2016. El 17 de octubre del pasado año ofició la misa de su propio homenaje en Tábara, tal y como recoge la crónica de este diario sobre el citado reconocimiento. Asimismo, hasta esta tarde la web oficial del Obispado de Astorga constataba que José Manuel Ramos Gordón era el delegado de Patrimonio. A raíz de la información de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, los responsables han "borrado" la identidad de Ramos Gordón del portal web, labor técnica efectuada en domingo.