Los agentes medioambientales de la provincia de Zamora se concentraron a las 12.00 horas de ayer en sus respectivos centros de trabajo "en solidaridad con las familias, amigos y compañeros" de los dos agentes rurales asesinados por un cazador el pasado sábado en Aspas (Lérida). En algunos puntos estuvieron arropados por personal comprometido con actividades medioambientales, como la Sociedad Euromediterránea para la Vigilancia de la Fauna Salvaje (WAVES), y también la Delegación provincial de Caza de Zamora, presidida por José Antonio Prada, expresó su apoyo.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama "una ley básica estatal para agentes ambientales y forestales que refuerce el estatus de policía ambiental, judicial y sus protocolos de seguridad y defensa". En los próximos días "iniciará una ronda con el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente, así como con el Ministerio del Interior y los diferentes grupos parlamentarios, con el fin de promover modificaciones en la normativa, que mejore la regulación y la actual situación de indefensión jurídica y física que sufre este colectivo, de unos 6.500 profesionales en toda España (75 en Zamora)".

CSIF denuncia que "el pasado año, en España, aumentaron alarmantemente el número de agresiones contra agentes medioambientales y forestales, y celadores medioambientales, como las ocurridas más recientemente en Salamanca o Ávila, con pintadas amenazantes, destrozos en vehículos particulares o agresiones directas". CSIF ya criticó, en su día, "la decisión de la Junta de retirar las armas cortas reglamentarias de las que disponían los agentes medioambientales, similares a las usadas en seguridad privada, y que la legislación vigente las permite. CSIF lamenta que el agente medioambiental y forestal se encuentre indefenso para poder ejercer su trabajo, como agente de autoridad que es".

CSIF remarca que "hay servicios y operativos de vigilancia, como es la lucha contra el furtivismo, donde es habitual el contacto con personas que usan armas de caza, o armas blancas en el caso de la recolección micológica, siendo imprescindible establecer los protocolos de actuación y la formación específica en defensa personal policial, así como los de colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

Igualmente, CSIF trabaja en un borrador de Ley Nacional de Cuerpo de Agentes Forestales y Medioambientales, que debe establecer las funciones básicas en el estado de los agentes, reforzando su condición de agentes de autoridad, policía administrativa ambiental y policía judicial, así como el resto de sus funciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente.

Agentes y Celadores Medioambientales de la comarca de Sanabria se concentraron ante la Casa del Parque del Lago de Sanabria, en Rabanillo. "No estamos equipados correctamente, no podemos llevar armas mientras que hay cazadores con armas muy sofisticadas. Como agentes debemos denunciar todas las infracciones y delitos que vemos, y eso genera mucha tensión y enfrentamientos". Hay momentos muy complicados cuando tienen que pedir la licencia y los permisos del coto, y máxime si llevan alguna pieza de caza que no lleva precinto. Se han dado casos de encañonar a los agentes conminando a coger el arma, en el momento que detectan alguna infracción. "Esto es el día a día". Para los agentes y celadores "llevar armas es una medida disuasoria, no vamos de pistoleros" asevera el colectivo. El sector de Tábara no se concentró ayer pero también expresó su pleno apoyo.