La cesión de terrenos por parte de diferentes propietarios al Ayuntamiento de Corrales del Vino "supone un aliciente para que la administración local luche por conseguir asentar empresas en el municipio". En ese sentido el alcalde, Mario Castaño, está trabajando junto al equipo de Gobierno para atraer inversiones en un pueblo que en su día contó con tejido industrial, en buena parte tocado por la crisis como la de la industria cerámica. "La antigua fábrica de Colino, ubicada en la carretera de Santa Clara de Avedillo y que pertenecía a los hermanos Criado es ahora propiedad del Ayuntamiento de Corrales. Son diez hectáreas de suelo industrial que queremos aprovechar para que lleguen inversiones a la localidad".

-Corrales está bien comunicado.

-Si, sobre todo con la autovía A-66. El emplazamiento resulta idóneo porque además hay acceso directo para incorporarse a la vía, un nexo de comunicación entre en norte y el sur de la península. Corrales en su día contó con fábricas de cerámica y productos agroalimentarios y lo que pretendemos es dar impulso a la actividad económica.

-¿Hay más cesiones de terreno?

-Sí, nos han cedido una finca en la zona de El Plantío, un lugar de recreo muy importante para los corralinos, en la que pretendemos intervenir adecentando los aparcamientos y realizando una posible salida directa a la carretera de Fuentelcarnero, además de hacer mejoras en El Plantío.

-Al año y medio aproximadamente de mandato como alcalde de Corrales, ¿qué destacaría de su labor?

-Es un trabajo en el que no estoy yo solo, está la Corporación y los técnicos del Ayuntamiento. Hasta ahora ha habido sintonía con la oposición, pero recientemente se ha aprobado el presupuesto de 2017 y Ciudadanos y PP han votado en contra, no entiendo muy bien por qué, ya que no han dado explicaciones. Y es un asunto que me molesta porque se puede estar en contra pero dando explicaciones, sin llegar al no por el no.

-¿Y Adeiza ha apoyado sus propuestas?

-Algunas sí. Recuerdo por ejemplo, nada más comenzar la andadura como alcalde, que uno de los primeros asuntos fue bajar la cuota del comedor social para dejarla en tres euros. Entonces Ciudadanos y PP establecieron una tasa menor, en 2,90, y por nuestra parte se aceptó la propuesta. Otro tema conflictivo ha surgido con la residencia.

-¿Y cuál es el motivo?

-La residencia de Corrales del Vino se construyó mediante un acuerdo con los promotores que asumían la construcción del centro a cambio de un periodo de explotación de varios años. Poco después recibe la residencia una subvención de Torguvi, 120.000 euros para mobiliario y equipamiento, y nosotros entendemos que hay que contar esta cantidad para calcular el periodo de explotación. Por tanto acordamos en Pleno descontar al año lo que se había recibido de subvenciones. En una primera votación los concejales de la oposición estuvieron de acuerdo y ahora cuando se ha tenido que volver a votar para descontarlo lo hacen en contra.

-¿De qué volumen de presupuesto 2017 estamos hablando?

-Son 577.000 euros en los que se refleja la bajada del IBI, tanto del coeficiente como del tipo.

-¿Qué inversiones contempla?

-Hay partidas fijas, como los 10.000 euros dedicados a caminos, 30.000 de pavimentación en Corrales, Fuentelcarnero y Peleas de Arriba, los dos anejos, además de otros 20.000 para la instalación de contenedores soterrados, una iniciativa que queremos llevar a cabo y en la que estamos trabajando, estudiando los lugares donde ponerlos. En la línea de inversiones, seguiremos mejorando la guardería y adecentando el salón de usos múltiples en Peleas, lo que eran las antiguas escuelas, ya que los niños han pasado al centro de la Cruz Roja, donde está el consultorio médico, y ha quedado vacía.

-El Ayuntamiento de Corrales estaba litigando con el Obispado por la propiedad de la ermita de Nuestra Madre de las Angustias. ¿En qué proceso estamos?

-El Obispado ha presentado ahora una demanda vía contencioso administrativa contra la resolución del expediente de investigación abierto por el Ayuntamiento. Se están redactando las alegaciones que presentaremos. Es un tema complicado, pero lucharemos por ello, porque todas las mejoras de mantenimiento y conservación del inmueble religioso han corrido a cargo de la Administración Local, con subvenciones de otras superiores.

-Antes de llegar a la Alcaldía ya estuvo como concejal de Obras, ¿es diferente el trabajo?

-Bueno, desde luego lo que más echo en falta es todo el tiempo que me resta de estar con la familia, porque yo soy agricultor y ganadero, tengo dos hijos y a mayores el trabajo en el Ayuntamiento. Hay días que he atendido hasta 34 llamadas. Sí, la responsabilidad lógicamente es mayor como alcalde que como concejal, pero el trato cercano con la gente es satisfactorio. No todo el mundo va a aplaudir tu labor, con eso ya cuento, pero hay personas que muestran su agradecimiento y apoyo y esas cosas son las que conforman el balance positivo al final.