El Ayuntamiento de Roales creará un registro canino, en el que todos los vecinos o personas que tengan perros en el municipio deberán inscribirlos cuando estos cumplan los tres meses de edad o, si son mayores, en el momento de adquirirlos o trasladarlos al municipio, ya se trate de animales de compañía o pertenecientes a explotaciones domésticas. Además, los propietarios de los perros deberán de comunicar su muerte o su traslado fuera del municipio para darlos de baja. Este nuevo registro será de carácter municipal, independiente del censo canino de la Junta de Castilla y León, y contará con un apartado especial para los perros potencialmente peligrosos.

Para ello la Corporación Municipal ha aprobado una ordenanza que además dicta una serie de obligaciones a los propietarios de los perros para garantizar la "tranquilidad, seguridad y salubridad vecinales" y el bienestar de los canes.

La ordenanza impondrá sanciones a los malos tratos y actos de crueldad contra los perros, su abandono y que vivan en recintos sin ningún tipo de protección de las inclemencias meteorológicas.

Por otro lado, el Ayuntamiento prohibirá que los perros caminen por el municipio sin correa, alimentarlos y lavarlos en los espacios públicos, y obligará a los dueños a llevar una bolsa impermeable para recoger "en el momento" los excrementos que dejen los perros en las calle y depositarlos en los contenedores de basura, y advierte que quienes no lo hagan y ensucien el pueblo "serán sancionados".

También queda prohibida la entrada de los canes en espectáculos públicos, recintos deportivos (incluidas las piscinas), culturales y en todos los jardines y parques municipales, con la excepción de los perros guía, además de en locales destinados a la fabricación, venta, almacenamiento o manipulación de alimentos. Los propietarios de establecimientos hosteleros podrán decidir sobre la admisión de animales.

Además, la ordenanza prohíbe la implantación de residencias y otras instalaciones caninas dentro del casco urbano, y establece que en las casas los perros deberán descansar por las noches en lugares cerrados. En cuanto a los perros guardianes, deberán estar bajo vigilancia y será obligatorio colocar carteles para advertir de su existencia, y si el lugar no está vallado o cerrado, el perro guardián debe permanecer atado.

Respecto a los perros potencialmente peligrosos, los dueños deberán obtener una licencia administrativa que concederá la Alcaldía y que se deberá renovar cada cinco años. Para ello el propietario debe aportar sus datos y los del can -raza, fecha de nacimiento y número de identificación-, su procedencia, revisiones veterinarias y denuncias por agresiones, además de los datos del domicilio donde permanecerá habitualmente el animal.

Por último, el Ayuntamiento podrá ordenar a los dueños de perros su desalojo cuando se decida que no es tolerable la estancia de los animales en una vivienda o local, bien por molestias al vecindario o bien por deficiencias en su alojamiento.