La localidad de Cuelgamures honró al patrón de los animales este fin de semana adelantándose así a la onomástica oficial de San Antonio Abad, 17 de enero, con el fin de ofrecer la posibilidad de vivir la jornada festiva de más solera y entrañable, a la gente que trabaja fuera del pueblo.

La fiesta, que comenzaba el sábado con la pedida del aguinaldo y el baile a cargo de la orquesta asturiana Elite, tuvo su mayor protagonismo ayer cuando a partir de la una de la tarde el párroco, Manolo Santiago, oficiaba la misa dominical y la procesión con la imagen del santo.

Al terminar se celebró la tradicional puja a las puertas de la iglesia. Una subasta que se realiza sobre los productos del cerdo que la gente había entregado a los mozos del pueblo durante la pedida del aguinaldo.

En esta ocasión a juzgar de las personas que asistían a la subasta "es una buena bachilla, toda chorizos". Durante la jornada también se reconocía la labor de Santiago Amigo artesano que ha realizado los pináculos de la torre de la iglesia de Santa María Magdalena y a quien ayer se le dedicaba una poesía escrita por Ramón Avedillo.

Concretamente la cesta del embutido consiguió la mayor apuesta, con 150 euros, a la que seguía un cordero, por el que se ofrecieron 60, roscas de San Antón a 50 euros y los gallos de corral a 30 y 25 respectivamente. Con el baile vermú y la jornada de convivencia que se vivía ayer en Cuelgamures concluía la fiesta a la que seguirá en el calendario la de los Sagrados Corazones en junio.