El Camino Sanabrés se ha convertido en una de las sendas preferidas para peregrinar hasta Compostela desde la lejana Sevilla. A ello contribuyó la apuesta del Ayuntamiento presidido por José Ramos de construir un albergue en Tábara y la llegada a él como hospitalero de José Almeida. Entre la soledad y dureza del camino llegados al monasterio de Granja de Moreruela y pasado el Esla sobre el "Puente Quintos", el caminante vislumbra la histórica cuna de Magius y Emeterius, León Felipe y la monja Ende, morada de san Froilán y san Atilano: lugar donde la hospitalidad florece a la vera de la majestuosa torre de Santa María y la Sierra de la Culebra. Al otro lado de la comarca discurre el Camino Portugués por Alba, Aliste y Tras Os Montes, donde la situación es el abandono de la mano de Dios de los peregrinos. Me consta que el amigo y admirado Víctor Sierra, el gerente de Adata Chema Polo, el alcalde de Muelas Luis Alberto Miguel y el de Alcañices Jesús Lorenzo están por la labor de hacer renacer al Portugués. Las vicarías de Aliste y Alba fuimos durante siglos parte del arzobispado de Compostela como senda de paso hacia esa Jerusalén de Occidente que nuestros antepasados ayudaron a levantar con sus rezos y sacrificios, plata y oro: a veces incluso con su vida.