Eran las 4.53 horas de la madrugada cuando un fuerte estruendo seguido de gritos y una espesa nube de polvo sumieron en el caos el interior del disco bar "Black Rose", situado en la Plaza Mayor de Villafáfila. El hundimiento del suelo del establecimiento, donde casi un centenar de personas celebraban la Nochevieja, provocó 22 heridos de los que cinco, con edades comprendidas entre 23 y 40 años, permanecían ayer hospitalizados en el Virgen de la Concha, dos de ellos en la UCI con traumatismo abdominal.

"Demasiado poco para lo que podía haber sido" admitía ayer el delegado de la Junta, Alberto Castro, en el hospital Virgen de la Concha, donde visitó a algunos de los hospitalizados. Según el parte oficial facilitado por la doctora Montserrat Chimeno, en el hospital de Zamora fueron atendidos 18 pacientes y otros cuatro en Benavente. Entre los 18 del Virgen de la Concha, dos personas ingresaron en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) con traumatismo abdominal y otros tres fueron derivados a la planta de traumatología, dos de los cuales ayer por la mañana estaban pendientes de intervención quirúrgica y el tercero en observación.

Posteriormente uno de esos pacientes fue trasladado al hospital de León, donde también ingresaron otras dos personas. Todos ellos recibieron el alta después de ser atendidos, al igual que la mayor parte de las personas que, en ambulancias o en coches particulares, fueron trasladadas hasta el hospital con contusiones múltiples provocadas por la caída desde una altura de unos tres metros.

En el momento de los hechos había en el bar "entre 80 y 100 personas", según testigos que vieron cómo en un instante lo que era una noche de fiesta se tornaba en drama como consecuencia del desplome de parte del suelo, bajo el cual había una bodega. Las personas que ocupaban esa zona del pub -conocido popularmente como "el bar de Miro"- quedaron atrapadas entre agua y escombros. Y con ellos se desplomó parte de la barra del bar y una máquina de bebidas que cayó sobre una joven.

A pesar de los gritos y el nerviosismo, las personas que no se vieron afectadas reaccionaron con rapidez y comenzaron a sacar a los heridos mientras se avisaba a los servicios de emergencia.

El 112 avisó a la Guardia Civil de Zamora, a los Bomberos de Benavente y a Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió tres UVI móviles, cuatro ambulancias de soporte vital básico, personal facultativo de Atención Primaria de los centros de salud de Villalpando y Villarín de Campos, y dos ambulancias convencionales. Se actuó con gran rapidez, a pesar de la intensa niebla que no facilitaba la rapidez de los desplazamientos. Desde Benavente llegaron dos dotaciones de Bomberos, apoyados también por los compañeros de Villalpando. Al llegar al lugar, vecinos de la localidad habían logrado poner a salvo a los heridos que presentaban heridas de distinta consideración.

El delegado de la Junta confirmó la apertura de una investigación para "esclarecer las circunstancias", analizar las características del establecimiento y depurar posibles responsabilidades.