El mítico Tafarrón, encarnado por el joven Víctor Tomás Martín, junto a su inseparable compañera "La Madama", a la que dio vida Nacho Román Conquero, volvieron a sembrar ayer de alegría y ancestral tradición las calles y las plazas de Pozuelo de Tábara. La fiesta y mascarada de invierno, que complementa en perfecta armonía los rituales religiosos y paganos, mantiene la esencia desde hace siglos coincidiendo con la festividad de San Esteban Protomártir.

El Ayuntamiento de Pozuelo e Tábara, presidido por el alcalde Jesús Tomás Pino, solicitará esta semana a la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta la declaración del Tafarrón como "Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León". Entre la documentación recopilada más importante estará el listado de los "Tafarrones" desde 1939 hasta 2016, y como garantía de su celebración la documentación gráfica y escrita realizada desde el año 1985 por "El Correo de Zamora" y "La Opinión de Zamora".

Acompañó el día, una mañana puro de invierno, de fuerte helada y recio frío, para que Tafarrón y Madama fueran ir recorriendo las casas de Pozuelo deseándole las Felices Pascuas a todas las familias y vecinos, junto a las alcaldesas: Andrea Clemente Ferrero y Patricia Fernández Tomás. Abriendo la comitiva la música y tonadas de dulzaina y tamboril con el folclorista de Carbajales Alfredo Domínguez Prada.

La iglesia de San Juan Bautista acogió el inicio de la procesión donde fue protagonista, por ser su primera vez, el sacerdote Carlos Hernández, llegado el pasado verano para sustituir a José Manuel Ramos Gordón. Durante casi medio siglo el cura del Tafarrón fue Diego Miñambres Temprano. La comitiva fue abierta por el Tafarrón y la Madama con su carreras, saltos y venias ante San Esteban, -mártir que fuera a pedrada limpia-, portado por los cuatro nuevos Entrantes.

Los Mayordomos, encargados de organizar "la Función", fueron este año Adrián García Sánchez y Alejandro Menéndez Gago, residentes en Madrid; y María Fernández Clemente de Amorebieta (País Vasco) y Cristian Cordero Alonso, de Madrid.

Una de las novedades de este año fue que en cenas y comidas del Tafarrón, de la "Casa de la Función", pudieron participar cuantos así lo quisieron, abonando 10 euros. "Nuestro Tafarrón fue, es y seguirá siendo parte de la historia de nuestro pueblo. Niños, jóvenes y mayores lucharemos por que sobreviva, pasando de generación a generación, y se merece ser Fiesta de Interés Turístico Regional" asevera el alcalde Jesús Tomás Pino.