José Roales Martín, agricultor cerealista de Villamayor de Campos, miembro de la comisión ejecutiva de Coag Zamora y responsable nacional de cultivos herbáceos de Coag, es el nuevo presidente de la Cámara Agraria Provincial. Roales toma el relevo de un "histórico", Miguel Blanco Suaña, quien abandona sus responsabilidades agrarias en Zamora -hace una semana dejó de ser presidente de la Coag- para centrar su tarea en el liderazgo nacional del sindicato agrario y en su propia explotación apícola.

Han sido 19 años al frente de una entidad que encara un futuro cargado de incertidumbres, aunque Miguel Blanco se va con la tranquilidad de dejar una Cámara Agraria "saneada" hasta el punto de que este año cierra el ejercicio con un presupuesto de 60.000 euros. Podría decirse que la corporación zamorana es una "rara avis" en un momento crítico para las cámaras agrarias como lo demuestra el hecho de que en Castilla y León únicamente sobrevivan la de Zamora, León y Burgos, aunque en este último caso a punto de liquidar. La crisis económica, con la supresión total de la subvención de la Junta desde el año 2015, ha sido un rejón de muerte con honrosas excepciones como la de Zamora, que sigue prestando servicio a las 150 juntas agropecuarias locales aunque en condiciones precarias.

"Funcionamos ya solo con nuestros propios recursos, que son básicamente las tasas de pastos" precisaba ayer Miguel Blanco, antes de presidir el último pleno. "Con esto hemos podido librar pagos y ha sido necesario liquidar una parte del patrimonio".

Entre esos pagos, la Cámara Agraria ha tenido que hacer frente a indemnizaciones a los trabajadores despedidos por la imposibilidad económica de mantener toda la estructura de personal. De hecho, actualmente la operatividad de la entidad la garantizan dos trabajadores, el secretario técnico y un administrativo, pero dependen de la Junta de Castilla y León. "Si el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería simplemente acuerda suprimir uno de los dos puestos, está claro que ya no hay viabilidad" advierte Miguel Blanco.

"Esperemos que no lo haga porque en ese caso son ellos (la Junta) los que cierran la Cámara y se ponen de espaldas a los agricultores" apuntó el presidente saliente. Lo cierto es que, de los 19 años que Miguel Blanco ha presidido la Cámara Agraria Provincia, durante 16 la entidad ha dispuesto de recursos para la promoción de productos de la tierra, ayudar a las asociaciones ganaderas y dar un servicio digno a juntas agropecuarias. La supresión de ayudas de la Junta generó una situación de precariedad que pone en cuestión la viabilidad de la corporación.

Y tal es la situación que se encuentra José Roales, quien en sus primeras declaraciones como presidente apostó por la continuidad de la Cámara Agraria Provincial "para que siga atendiendo a las juntas agropecuarias y que la Junta abone el dinero que nos debe". Roales se refiere a los 56.000 euros comprometidos y tramitados por la anterior consejera de Agricultura, Silvia Clemente, pero anulados por su sucesora. "Seguimos considerando que es una deuda contraída con esta corporación de derecho público y esta Cámara no renuncia a ese dinero".

Por otro lado el vocal que sustituirá a Miguel Blanco como miembro del pleno de la Cámara será Pablo Antón Codesal.