El sacrificio domiciliario de cerdos va en continuo descenso en la provincia de Zamora y estas fechas se presentan como uno de los momentos estelares por la oportunidad que ofrece el puente de que las familias se concentren en los pueblos para llevar a cabo una faena trabajosa y que requiere de buena y abundante mano de obra.

"Durante la pasada campaña 2015/2016 se reconocieron un total de 2.057 cerdos sacrificados en domicilios particulares, 87 por servicios veterinarios oficiales y 1.970 por los 31 profesionales colaboradores que han prestado sus servicios. Esto supone una disminución de 1.300 animales respecto a la campaña 2014/2015, en la que se analizaron 3.357 animales, 144 por servicios veterinarios oficiales y 3.213 por los veterinarios colaboradores" según informó ayer la Junta de Castilla y León.

La Junta, a través del Servicio Territorial de Sanidad en Zamora, está llevando a cabo la campaña de control sobre las matanzas domiciliarias de cerdos en la provincia, que comenzó el 28 de octubre y finalizará el primer domingo de abril de 2017.

Pone de relieve que "el fin de semana del puente de la Constitución y el periodo navideño son los días en que se intensifican las matanzas de cerdos en los domicilios particulares de los pueblos".

La pasada campaña se alcanzó la cifra de 2.057 cerdos sacrificados, lo que supone una disminución de casi el 39% respecto a la campaña 2014/2015.

La Junta señala que "mediante la disposición normativa que regula el reconocimiento sanitario de cerdos sacrificados en domicilios particulares para autoconsumo, y el control sanitario de animales silvestres abatidos en actividades cinegéticas que se comercialicen para consumo humano, se pretende garantizar, fundamentalmente, un adecuado análisis micrográfico para evitar la aparición de casos clínicos de triquinosis humana".

Las tareas de control sanitario derivadas de estas matanzas son realizadas por veterinarios oficiales de la Junta de Castilla y León y, además, se faculta la participación voluntaria de veterinarios colaboradores previa solicitud al Jefe del Servicio Territorial de Sanidad. En la campaña actual participan 34 veterinarios colaboradores.

Las tradicionales matanzas tienden a la baja y desde la campaña 1999/2000 el número de análisis realizados ha disminuido más de un 77 %. La Junta precisa que "esta mengua generalizada se debe fundamentalmente al cambio de los hábitos alimenticios de la población. Además, las matanzas se circunscriben casi exclusivamente al ámbito rural cada vez más despoblado y más envejecido".

También apunta que "la carne obtenida y sus correspondientes derivados solamente pueden destinarse al consumo familiar, estando prohibida su comercialización".

Respecto a los animales abatidos en cacerías, que también son objeto de control, en la última campaña 2015/16 se analizaron 292 jabalíes y en la anterior, 2014/2015, 314 jabalíes.

En todos los animales reconocidos, tanto cerdos como jabalíes, el resultado de los exámenes ha sido negativo a la Trichinella.

Para alcanzar de una manera eficaz los objetivos de la normativa que regula el control sanitario de animales silvestres abatidos en actividades cinegéticas que se comercialicen para consumo humano, el pasado mes de octubre la Consejería de Sanidad estableció una nueva instrucción por la que los jabalíes ya no son analizados por los servicios veterinarios oficiales, sino por los veterinarios colaboradores. No obstante, los servicios veterinarios oficiales continúan ejerciendo las funciones de reconocimiento y precintado de las piezas de caza para detectar posibles anomalías, así como verificar que la muerte no se debe a motivos distintos de la caza.

El principal objetivo de esta campaña es autorizar y garantizar los sacrificios para consumo familiar desde el 28 de octubre hasta el 2 de abril para evitar la aparición de casos de triquinelosis humana.