Allí donde fueres, haz lo que vieres. Eso es lo que dice el viejo refrán y así lo parecen entender las nuevas generaciones de alistanos, tabareses y albarinos. El otoño es época de frutos silvestres y los niños y niñas de la Raya, cuando las tareas del colegio les dejan tiempo libre, gustan de acompañar a su padres y abuelos para aprender a recolectar los manjares de montes y praderas, así como a conocerlos y diferenciarlos, antes de comerlos. Recoger castañas activa a los más pequeños que ya han aprendido que la brava, aunque es más pequeña, es mas sabrosa y mejor para asar. Muchos de los abuelos de hoy día pasaron en su niñez y juventud de las setas, ni por la cabeza se les paso comérselas, hasta que comenzó la fiebre micológica a primeros de los años ochenta del siglo XX. Hoy los niños disfrutan de la recogida de setas, acompañados de mayores, sabiendo que son manjares.