El producto escasea y la ley de la oferta y la demanda lleva a mantener estables y muy altos los precios del níscalo. Los propios recolectores aseguran que "la competencia es brutal" e incluos reconocen "somos así, las empresas alistanas llevan años dándonos a ganar mucho dinero, pero cuando viene uno de fuera y paga más, nos olvidamos de ellos y vendemos al mejor postor". Un empresario valenciano que viene con su camion cargado de naranjas y regresa cargado de setas alistanas los paga a 11 euros, uno de la provincia de Burgos a 9 y los empresarios alistanos pagan entre 6 y 8 euros el kilo.