Los lobos afincados al sur del Duero, en los pagos de Fresnadillo, Gáname, Luelmo y Abelón, han cogido su mejor racha predadora y prácticamente todas las noches o días sacian su apetito entre el ganado de ovino de la zona. Ayer por la mañana quien se despertó con el destrozo fue el ganadero de Abelón, Esteban Martín, que tropezó con un carnero y unas ovejas muertas, y otras dos heridas.

Lo sorprendente de este caso, aunque la historia está plagada de estos ataques lupinos, es que los cánidos hicieron la operación al lado de unas viviendas del pueblo habitadas y con todo el tiempo del mundo por delante para alimentarse cuanto quisieron.

"El ganadero había llevado una oveja herida hasta esta cortina tocante al pueblo y, para que no estuviera sola, la acompañó con un carnero y otras dos ovejas" señala el también ganadero Javier Silva. Pues éste fue precisamente el grupo elegido anteanoche por los lobos para hincar los dientes.

Javier Silva afirma que un vecino cercano a la parcela oyó por la noche a sus dos perros, encerrados en casa, ladrar continuamente y muy alterados. "La estaban preparando los lobos" expresa, y los canes no podían menos que matarse vivos ladrando. Cree que, por las huellas encontradas, en el ataque intervinieron más de un lobo, y sostiene que "ya no se espantan ni de los perros".

Para Javier Silva la solución "es que no haya predadores donde hay ganado extensivo". Considera que "es totalmente insuficiente que la Junta de Castilla y León elimine uno o dos lobos si en la zona hay ocho, diez o veinte".

Para Silva no solo es que los ganaderos sufran las pérdidas derivadas de la muerte de algunos animales sino que "es un agobio y una mala leche la que pones al ver vivos a los animales heridos. Es el dolor que sientes al verlos así". Manifiesta que "con estos ataques el resto de las reses del rebaño quedan estresados y andan por el campo continuamente levantando la cabeza".

En Fresnadillo solamente dos ganaderos quedan por ahora libres de los ataques lupinos y algunos cuentan por decenas ya los animales muertos. La Alianza UPA-COAG ha calificado la situación de "insoportable" y pide medidas efectivas.