Varios alcaldes de municipios integrados en la unidad de gestión micológica "Montes de Zamora" de Micocyl aseveraban ayer que "nos encontramos ante una indefensión total, no podemos hacer nada, se saben toda la legislación y los resquicios para acoger setas". Otra picaresca utilizada estaría, según los alcaldes, en "sacar un permiso turístico para una persona y luego venir 30", y aseveran, "al final habrá que quitarlos". Este otoño está trayendo una de las peores campañas de los últimos 20 años, así lo refleja la pobre concesión de permisos: 2.909 tarjetas retiradas desde el 1 de agosto para un área de 27.769 hectáreas, donde la producción sostenible por temporada se fija en 55.932 kilos.

La situación es aún peor en Ayuntamientos con regulación propia, los más seteros. En estos casos los permisos son muy caros y la gente no se arriesga a pagar mucho si la campaña otoñal se prevé floja.