Auditor de Seguridad Vial y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil de la Universidad Politécnica de Madrid, Andrés Luis Romera es un estudioso y experto en seguridad en carretera y planes de movilidad. Como tal ha dirigido cursos y máster, además de participar en foros como el reciente V Congreso Iberoamericano de Seguridad Vial en Chile. Vecino de Morales del Vino se puede apuntar como anécdota -por fortuna el siniestro quedó en daños materiales y una baja de diez días- el accidente sufrido con un jabalí que se le cruzó en la autovía A-6. De fauna y otras cuestiones habla en esta entrevista.

- Los accidentes provocados por la fauna se están convirtiendo en un problema de primer orden, desde luego en la provincia, sin embargo se echa de menos en las campañas de Tráfico.

-En cuanto a las campañas llevamos un par de años que están siendo flojas. La anterior directora general de Tráfico, María Seguí, que era médico, tenía un perfil más profesional que su predecesor. La verdad es que empezó con mucha fuerza e hizo algo fundamental en seguridad vial, como es detallar el número de fallecidos, de heridos hospitalizados y no hospitalizados (los graves y leves de antes) y además hacer un seguimiento hasta los 30 días. También se volcó en la educación y en campañas de impacto que lamentablemente han terminado por desaparecer. Con respecto a la fauna evidentemente es un problema de sensibilización con el medio rural. Y si no se hacen esas campañas pues muchas personas no se van a dar cuenta de la dimensión del problema.

-Desde luego en las zonas afectadas son muy conscientes porque los accidentes con animales son casi diarios.

-La manifestación que hubo en Tábara sin duda demostró que hay una sensibilización. Y las campañas pueden ser de muchas maneras, desde el boca a boca a la televisión y en general los medios de comunicación. El segundo tema para atajar este problema es la señalización. En una carretera convencional, donde no hay un cerramiento y no podemos poner barreras al monte, entonces la única manera es una buena señalización vertical. Y las señales verticales son regaladas.

-Recientemente se ha conocido una sentencia del Tribunal Contencioso que condena al Ministerio de Fomento por un accidente con animales, al que responsabilizada de no señalizar bien una zona de fauna. Parece increíble que no se tomen medidas si encima, como dice, no es cuestión de dinero.

-Desgraciadamente la conservación de las carreteras es mejorable y no puede estar en manos privadas. Un asunto de esta importancia lo tendría que hacer la propia administración. Esa labor de conservación de un vial, donde nos jugamos la vida con un vehículo, debe estar en manos públicas.

-Las carreteras cada vez soportan un mayor número de vehículos, ¿están preparadas para este creciente volumen?

-El problema no es que tengamos 31 millones de vehículos en España (datos de 2014), ni que si somos 47 millones de habitantes estaríamos hablando de 1,5 vehículo por persona. El problema es la movilidad. Yo lo he estudiado y desde la crisis de 2007 hasta 2013, cuando se empieza a reactivar la economía, la movilidad desciende. Lógicamente si los vehículos no se mueven tienen que descender los accidentes y deben descender los fallecidos y heridos. Pero los accidentes no descienden, desciende la gravedad. Es decir, en 2014 tenemos aproximadamente el mismo número de accidentes con víctimas que en 2000. O sea que en 14 años no hemos sido capaces de reducir los accidentes. ¿Qué ocurre?, pues que estamos jugando con pólvora. Si aumenta la movilidad, como está pasando, seguro que van a aumentar los accidentes.

-¿Cuál es la causa de esta alta siniestralidad?

-Si le preguntaras a la Dirección General de Tráfico te va a decir que por el factor humano. Si me pides mi opinión te diré que cuando antes nos referíamos a la accidentalidad se hablaba de tres factores que intervenían en un accidente: el humano, la vía por la que circula y el vehículo en el que está montado. Ahora hay un cuarto factor que se ha empezado a manejar pero que tiene un recorrido corto, y es la normativa. Es decir, que la normativa que empezó en 2007 del carné por puntos, al principio se aplica y la gente está muy atenta, pero luego se relaja y es lo que está pasando. La gente se ha acostumbrado a recuperar puntos. Si el factor humano se relaja por el palo hay que darle la zanahoria, que son las campañas de sensibilización, formación y educación.

-Y en esa función entraría, por ejemplo, el problema de la fauna, por volver a un tema de gran preocupación.

-Efectivamente, dentro de esos accidentes cada vez hay más con fauna salvaje implicada, con lo cual es un problema añadido. Porque hemos corregido el problema del cinturón de seguridad o el casco para los conductores de motocicleta y ha sido a base de normativa. Los sistemas de retención infantil eran un problema o el de los jóvenes y la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, y en este caso se ha conseguido que si van cuatro uno no beba. Todo eso ha sido a base de educación, formación y comunicación.

-¿Hasta que punto influye el envejecimiento de la población en la seguridad vial?

-Es el colectivo que más ha aumentado en accidentes, por eso habrá que sensibilizarlo, educarlo y vamos a tener que hacerle pasar una prueba. Tenemos un problema en los fallecidos y en los heridos graves de más de 64 años.

-¿Por qué se renuevan permisos de conducir con tanta facilidad a las personas mayores?

-Se hace un psicotécnico por el que te cobran 60 euros, plantean una serie de preguntas y si padeces alguna enfermedad, luego te ponen la maquinita y hagas lo que hagas te dan de paso. En ese caso, si de verdad se ponen duros, posiblemente casi no lo pasaríamos nadie. Igual es necesario superar un examen cuando te jubila y hacer una prueba de reflejos reales.

-Insisto ¿por qué es tan permisiva la norma?

-¿Quién elige a los gobernantes? Las personas mayores son mayoría; entonces ¿quién le pone el cascabel al gato?. Hay mucho miedo a tocar a un colectivo que me puede dejar de votar.

-¿Esto es normal en un país avanzado?

-No. En los países avanzados la seguridad vial se inculca desde pequeños y muchas veces las personas cuando se jubilan entregan el carné, que es lo que voy a hacer yo. La familia no es la solución porque no puede con la persona, pero si haces una prueba en condiciones ya pones unos límites.

-¿Si es tan importante la seguridad vial por qué no tiene presencia en los planes educativos?

-Sería necesaria una asignatura troncal, obligatoria. No digo desde la Primaria, aunque está muy bien que a los chavales les empieza a sonar todo lo relacionado con la seguridad vial. Pero en el Bachillerato hay que formarlos, conseguir que sea como en Suecia, Noruega o Dinamarca donde es una asignatura y desde pequeños les están educando. Ellos tienen a favor que tienen muy pocos vehículos y muy poca movilidad por el tiempo, lo que no ocurre en España donde a parte de todos los vehículos/kilómetro que tenemos por año, llegan 80 millones de visitantes, muchos acostumbrados a conducir por el lado contrario. Pero además personas normalmente mayores.

-El problema se agrava en el medio rural, donde el transporte público es muy limitado o inexistente y las personas no tienen otro modo de desplazarse que con su coche.

-Desde luego, porque quienes abandonan los pueblos son los jóvenes y los que se quedan son los mayores, que son los que cogen el coche para ir a la finca o al pueblo de al lado. Hacen recorridos cortos, tienen una movilidad reducida pero en zonas de riesgo y con unas condiciones no adecuadas. Y con problema añadido, que utilizan vehículos muy antiguos que no les van a salvar la vida.

-Otra consecuencia de la crisis ha sido el envejecimiento del parque móvil, un problema añadido a la seguridad vial.

-La media del parque móvil de automóviles está llegando a los 12 años, pero tenemos más del 15% de vehículos con más de 20 años. A la renovación del parque han ayudado mucho los planes Prever, que tendrían que potenciarse económicamente más, es decir, lo que le estamos dando a la personas no es suficiente. Los vehículos de gama baja se están centrando en detalles como el avisador o en un dvd maravilloso, pero eso no salva vidas. Y el problema se agrava en el vehículo pesado, pero es que el 80% pertenece a empresas que tienen uno o dos camiones, con importantes problemas económicos como para renovar la flota.